En 2005 conoció al hermano Ismael que «inspirado por una llamada del Señor a anunciar a los musulmanes el amor de Dios. Me hizo descubrir la riqueza espiritual de la Iglesia Católica y sentí claramente en mí la llamada del Espíritu Santo para convertirme en un sacerdote católico y misionero, para así dar a conocer la profundidad del amor de Jesús a todos y especialmente a nuestros hermanos musulmanes de Argelia, mi país. Soy vicario en una parroquia en Argelia, llamado allí por el obispo de la diócesis. Pero no puedo quedarme allí todo el tiempo. Cuando estoy en Argelia doy la bienvenida como sacerdote y con discernimiento a los muchos nuevos cristianos que vienen a nosotros. Pero no puedo hacer misión fuera de la iglesia. Si salgo, no debo usar ningún signo religioso cristiano, de lo contrario me arriesgo a ser atacado»
* «Dios fiel no puede renegar de sí mismo, no puede renegar de nosotros, no puede renegar su amor, no puede renegar a su pueblo, no puede renegar porque nos ama. Ésta es la fidelidad de Dios. Cuando nosotros nos acercamos al Sacramento de la Penitencia, pero por favor: no pensemos que vamos a la tintorería a quitar la suciedad. No. Vamos a recibir el abrazo de amor de este Dios fiel, que nos espera siempre»