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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

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Mostrando entradas con la etiqueta Raniero Cantalamessa. Mostrar todas las entradas
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domingo, 11 de diciembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Es hora de proclamar con valor que Dios es felicidad / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

* «La revelación dice: «Dios es felicidad»; el hombre invierte de nuevo el orden y dice: «¡La felicidad es Dios!». ¿Y qué sucede así? No conocemos en la tierra la felicidad en estado puro, como no conocemos el amor absoluto; conocemos sólo fragmentos de felicidad que se reducen con frecuencia a ebriedades pasajeras de los sentidos. Cuando por eso decimos: «¡La felicidad es Dios!», divinizamos nuestras pequeñas experiencias; llamamos «Dios» a la obra de nuestras manos o de nuestra mente. Hacemos, de la felicidad, un ídolo. Esto explica por qué quien busca a Dios encuentra siempre la alegría, mientras que quien busca la alegría no siempre encuentra a Dios. El hombre se reduce a buscar la felicidad en razón de cantidad: siguiendo placeres y emociones cada vez más intensos, o añadiendo placer a placer. Como el drogadicto que necesita dosis cada vez mayores para lograr el mismo grado de placer. Sólo Dios es feliz y hace felices. Por eso un salmo exhorta: «Ten tu alegría en el Señor, y escuchará lo que pida tu corazón» (Sal 37,4). Con Él también los gozos de la vida presente conservan su dulce sabor y no se transforman en angustias. No sólo los gozos espirituales, sino toda alegría humana honesta: la alegría de ver crecer a los propios hijos, del trabajo felizmente llevado a término, de la amistad, de la salud recuperada, de la creatividad, del arte, del esparcimiento en contacto con la naturaleza. Sólo Dios ha podido arrancar de los labios de un santo el grito: «Basta, Señor, de alegría; ¡mi corazón ya no puede contener más!». En Dios se encuentra todo lo que el hombre acostumbra a asociar a la palabra felicidad e infinitamente más, pues «ni ojo vio, ni oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman» (1 Co 2,9)»

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jueves, 8 de diciembre de 2022

1ª predicación de Adviento del Cardenal Cantalamessa, 2-12-2022: «Vamos al encuentro de Cristo con un acto de fe: ‘El mundo está en manos de Dios que intervendrá para salvarlo’»

 


* «Creemos que todos los que son salvos son salvos por los méritos de Cristo: ‘No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos.’ (Hechos 4:12). Sin embargo, una cosa es afirmar la necesidad universal de Cristo para la salvación y otra cosa es afirmar la necesidad universal de la fe en Cristo para la salvación.  La fe es el único criterio capaz de relacionarnos correctamente, no sólo con la ciencia, sino también con la historia. Al hablar de la fe que justifica, san Pablo cita el célebre oráculo de Habacuc: ‘El justo por la fe vivirá’ (Ab 2, 4). ¿Qué quiere decir Dios con esa palabra profética, ya que es Dios mismo quien la pronuncia? Dios no resuelve el enigma de la historia, pero nos pide que confiemos en él y en su justicia, a pesar de todo. La solución no está en el cese de la prueba, sino en el aumento de la fe»

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domingo, 4 de diciembre de 2022

Homilía del Evangelio del II Domingo de Adviento: «Quien nos ha creado sin nosotros no nos salva sin nosotros» / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap

* «La palabra de Dios jamás nos aplasta bajo una mole de deberes sin darnos al mismo tiempo la seguridad de que Él nos brinda lo que nos manda hacer. Dios, dice [el profeta] Baruc, «ha ordenado que sean rebajados todo monte elevado y los collados eternos, y colmados los valles hasta allanar la tierra, para que Israel marche en seguro bajo la gloria de Dios» [Ba 5, 7. Ndr]. Dios allana, Dios colma, Dios traza la senda; es tarea nuestra secundar su acción»

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domingo, 27 de noviembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: «Todo pasa; sólo Dios basta» / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

* «Veamos qué tiene que decirnos la fe a propósito de este dato de hecho de que todo pasa. «El mundo pasa, pero quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre» (1 Jn 2, 17). Así que existe alguien que no pasa, Dios, y existe un modo de que nosotros no pasemos del todo: hacer la voluntad de Dios, o sea, creer, adherirnos a Dios»

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domingo, 20 de noviembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: ¿Es Cristo Rey y Señor de mi vida? / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: El secreto al trabajar, «poner el corazón en lo que hacen las manos» / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

* «El trabajo no vale sólo por la «buena intención» que se pone al hacerlo, o por el ofrecimiento que se hace de él a Dios por la mañana; vale también por sí mismo, como participación en la obra creadora y redentora de Dios y como servicio a los hermanos. El trabajo humano –dice un texto del Concilio– «es para el trabajador y para su familia el medio ordinario de subsistencia; por él el hombre se une a sus hermanos y les hace un servicio, puede practicar la verdadera caridad y cooperar al perfeccionamiento de la creación divina. No sólo esto. Sabemos que, con la oblación de su trabajo a Dios, los hombres se asocian a la propia obra redentora de Jesucristo» (Gaudium et spes, 67). No importa tanto qué trabajo hace uno, sino cómo lo hace. Esto restablece una cierta igualdad, dejando de lado todas las diferencias (a veces injustas y escandalosas) de categoría y de remuneración. Una persona que ha desempeñado tareas humildísimas en la vida puede «valer» mucho más que quien ha ocupado puestos de gran prestigio»

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domingo, 6 de noviembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Con la muerte la vida y el matrimonio no terminan, se transforman / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

lunes, 31 de octubre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Jesús no condena sin apelación la riqueza, sino su uso inicuo / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

* «¡Existe salvación también para el rico! Zaqueo es la prueba de esto. Dios puede hacer el milagro de convertir y salvar a un rico sin, necesariamente, reducirlo al estado de pobreza. Una esperanza, ésta, que Jesús no negó jamás y que incluso alimentó, no desdeñando frecuentar, Él, el pobre, también a algunos ricos y jefes militares. Cierto: Él jamás halagó a los ricos ni buscó su favor suavizando, cuando estaba en su compañía, las exigencias de su Evangelio. ¡Todo lo contrario! Zaqueo, antes de oír que se le dice: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa», tuvo que tomar una valiente decisión: dar a los pobres la mitad de su dinero y de los bienes acumulados, reparar los fraudes cometidos en su trabajo restituyendo el cuádruple. El caso de Zaqueo se presenta, así, como el reflejo de la conversión evangélica que es siempre y a la vez conversión a Dios y a los hermanos»

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domingo, 23 de octubre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Los nuevos fariseos y publicanos / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

domingo, 9 de octubre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: ¿Para qué sirven los milagros? / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

* «No es verdad, por ejemplo, que la Iglesia considere milagro todo hecho inexplicable (¡de estos, se sabe, está lleno el mundo y también la medicina!). Considera milagro sólo aquel hecho inexplicable que, por las circunstancias en las que ocurre (rigurosamente comprobadas), reviste el carácter de señal divina, esto es, de confirmación dada a una persona o de respuesta a una oración. Si una mujer, de nacimiento sin pupilas, en cierto momento empieza a ver, aún sin pupilas, esto puede ser catalogado como hecho inexplicable, pero si sucede precisamente mientras se confiesa con el padre Pío, como de hecho ocurrió, entonces ya no basta hablar sencillamente de «hecho inexplicable»»

domingo, 25 de septiembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: «Dios quiere salvar a los ricos de su riqueza» / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

domingo, 18 de septiembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Tenemos la vida en «administración», no en propiedad / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

Homilía del evangelio de la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz: La Cruz que no aplasta, sino que ensalza / Por P. Raniero Cantalamessa, ofmcap


* «Si en el momento en que se experimentaba la prueba, podía ser útil pensar en Jesús clavado en la cruz entre dolores y espasmos, porque esto hacía que lo sintiéramos cercano a nuestro dolor, ahora hay que pensar en la cruz de otro modo. Me explico con un ejemplo. Hemos perdido recientemente a una persona querida, tal vez después de meses de gran sufrimiento. Pues bien: no hay que seguir pensando en ella como estaba en su lecho, en tal circunstancia, en tal otra, a qué punto se había reducido al final, qué hacía, qué decía, tal vez torturando mente y corazón, alimentando inútiles sentimientos de culpa. Todo esto ha terminado, ya no existe, es irreal; actuando así no hacemos más que prolongar el sufrimiento y conservarla artificialmente con vida… Hay que pensar en la persona querida como es ahora que «todo ha terminado». Así hacían con Jesús los artistas antiguos. Lo contemplaban como es ahora, como está: resucitado, glorioso, feliz, sereno, sentado en el mismo trono de Dios, con el Padre que ha «enjugado toda lágrima de sus ojos» y le ha dado «todo poder en los cielos y en la tierra». Ya no entre los espasmos de la agonía y de la muerte. No digo que se pueda siempre dominar el propio corazón e impedir que sangre con el recuerdo de lo sucedido, pero hay que procurar que prevalezca la consideración de fe. Si no, ¿para qué sirve la fe?»

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domingo, 11 de septiembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Sanar la relación padres-hijos, una misión más actual que nunca / Por Raniero Cantalamessa, ofmcap.

domingo, 4 de septiembre de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Quien busca a Jesús sin la cruz, encontrará la cruz sin Jesús / Por Raniero Cantalamessa, ofmcap.

* «La frase «si alguno viene donde mí y no odia a su padre y a su madre» debe entenderse, por tanto, en este sentido: «si alguno viene donde mí sin preferirme a su padre y a su madre». Para darse cuenta de esto basta leer el mismo pasaje del Evangelio de Mateo donde dice: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí» (Mateo 10, 37). Sería totalmente equivocado pensar que este amor por Cristo está en competencia con los diferentes amores humanos: por los padres, el cónyuge, los hijos, los hermanos. Cristo no es un «rival en el amor» de nadie y no tiene celos de nadie. El amor por Cristo no excluye los demás amores sino que los ordena. Es más, en él todo amor genuino encuentra su fundamento, su apoyo y la gracia necesaria para ser vivido hasta el final. Este es el sentido de la «gracia de estado» que confiere el sacramento del matrimonio a los cónyuges cristianos. Asegura que, en su amor, serán apoyados y guiados por el amor que Cristo tuvo por su esposa, la Iglesia»
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domingo, 28 de agosto de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: La revolución social de la humildad / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, ofmcap.

«En la vida, quiere decir Jesús, escoge el último lugar, trata de contentar a los demás más que a ti mismo; sé modesto a la hora de evaluar tus méritos, deja que sean los demás quienes los reconozcan y no tú («nadie es buen juez en su casa»), y ya desde esta vida Dios te exaltará. Te exaltará con su gracia, te hará subir en la jerarquía de sus amigos y de los verdaderos discípulos de su Hijo, que es lo que realmente cuenta. Te exaltará también en la estima de los demás. Es un hecho sorprendente, pero verdadero. No sólo Dios «se inclina ante el humilde y rechaza al soberbio» (Cf. Salmo 107,6); también el hombre hace lo mismo, independientemente del hecho de ser creyente o no. La modestia, cuando es sincera, no artificial, conquista, hace que la persona sea amada, que su compañía sea deseada, que su opinión sea deseada. La verdadera gloria huye de quien la persigue y persigue a quien la huye»

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domingo, 21 de agosto de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: ¿Son muchos o pocos los que se salvan? / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

* «A Jesús no le interesa tanto revelarnos el número de los salvados como el modo de salvarse, veamos qué nos dice al respecto. Dos cosas sustancialmente: una negativa, una positiva; primero, lo que no es necesario, después lo que sí lo es para salvarse. No es necesario, o en cualquier caso no basta, el hecho de pertenecer a un determinado pueblo, a una determinada raza, tradición o institución, aunque fuera el pueblo elegido del que proviene el Salvador. Lo que sitúa en el camino de la salvación no es un cierto título de propiedad («Hemos comido y bebido en tu presencia…»), sino una decisión personal seguida de una coherente conducta de vida»

domingo, 7 de agosto de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: «Despiértate tú que duermes […] y te iluminará Cristo» / Por Raniero Cantalamessa OFM Cap


* «Estar preparados significa vivir de manera que no hay que preocuparse por la muerte. Se cuenta que a la pregunta: «¿Qué harías si supieras que dentro de poco vas a morir?», dirigida a quemarropa a San Luis Gonzaga mientras jugaba con sus compañeros, el santo respondió: «¡Seguiría jugando!». La receta para disfrutar de la misma tranquilidad es vivir en gracia de Dios, sin pendencias graves con Dios o con los hermanos»

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domingo, 24 de julio de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Imposible conocer a Jesús prescindiendo de la fe en Dios / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.


* «Si se niega la fe en Dios o se prescinde de ella, no se elimina sólo la divinidad, o el llamado Cristo de la fe, sino también al Jesús histórico tout court; no se salva ni siquiera el hombre Jesús. Si Dios no existe, Jesús no es más que uno de los muchos ilusos que oró, adoró, habló con su sombra o con la proyección de su propia presencia, por decirlo al modo de Feuerbach. Pero ¿cómo se explica entonces que la vida de este hombre «haya cambiado el mundo»? Sería como decir que no la verdad y la razón han cambiado el mundo, sino la ilusión y la irracionalidad. ¿Cómo se explica que este hombre siga, a dos mil años de distancia, interpelando a los espíritus como ningún otro? ¿Puede todo ello ser fruto de un equívoco, de una ilusión?»

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domingo, 17 de julio de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: La verdadera amistad / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.


* «De la amistad se debe decir lo que San Agustín afirmaba del tiempo: ‘Sé qué es el tiempo, pero si alguien me pide que se lo explique, ya no lo sé’. En otras palabras, es más fácil intuir qué es la amistad que explicarlo con palabras. Es una atracción recíproca y un entendimiento profundo entre dos personas, pero no basada en el sexo, como lo es el amor conyugal. Es la unión de dos almas, no de dos cuerpos. En este sentido, los antiguos decían que la amistad es tener «una sola alma en dos cuerpos». Puede constituir un vínculo más fuerte que el parentesco. Éste consiste en tener la misma sangre en las venas; la amistad en tener los mismos gustos, ideales, intereses»

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