* “De este encuentro con Jesús presente en el pobre, en quien es rechazado, en el refugiado, en el solicitante de asilo, nace nuestra oración de hoy. Es una oración recíproca: migrantes y refugiados rezan por las comunidades locales, y las comunidades locales rezan por los que acaban de llegar y por los migrantes que llevan más tiempo residiendo en el país. Encomendamos a la maternal intercesión de la Santísima Virgen María las esperanzas de todos los migrantes y refugiados del mundo, y las aspiraciones de las comunidades que los acogen, para que, conforme con el supremo mandamiento divino de la caridad y el amor al prójimo, todos podamos aprender a amar al otro, al extranjero, como nos amamos a nosotros mismos”
* «La oración cristiana nace de la fe en Jesús y siempre va con fe más allá de las dificultades. Una frase para traerla a nuestros corazones hoy nos ayudará, de parte de nuestro padre Abraham, a quien se le prometió la herencia, es decir, tener un hijo a la edad de 100 años. Dice el apóstol Pablo: ‘Creed’ y con esto fue justificado. La fe ‘se puso en camino’: fe y hacer todo para llegar a esa gracia que estoy pidiendo. El Señor nos ha dicho: ‘Pedid y se os dará’. Tomemos esta Palabra y tengamos confianza, pero siempre con fe, y poniéndola en juego»