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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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lunes, 18 de febrero de 2008

Adolescente de 15 años muere en aborto legal en México

Testimonio: 30 años ante Jesús Eucaristia para reencontrar a mi familia / Autora: Emanuela

Me llamo Emanuela, tengo 48 años y vivo en Reggio Emilia.

Escribo este testimonio, que se refiere a aspectos estrictamente personales, para dar gloria al Señor, en particular a Jesús presente en el Santísimo Sacramento del Altar.

Desde el Primero de Enero de este año 2008, en la capilla del Hospital Santa Maria Nuova de Reggio Emilia, comenzó la adoración perpetua al Santísimo Sacramento. Como tantos otros hermanos y hermanas que han ofrecido una o más horas a la semana, participo puntualmente de la adoración yendo a la capilla para permanecer junto a nuestro Señor, que se nos ofrece ininterrumpidamente para colmarnos de toda gracia.
Para presentar mi testimonio de manera exhaustiva debo regresar al pasado, un pasado lejano que, sin embargo, ha dejado profundas heridas en mi corazón y en mi vida.

Tenía 15 años cuando mi madre y mi padre, después de mucha “violencia”, se divorciaron y, desde entonces, vivieron en el más profundo rencor. Sin entrar en detalles, confieso que en todos estos años jamás pude perdonar a mi madre que se casó con otro hombre y que a mí y a mi hermana nos relegó a un rincón de su vida.
Con la ayuda de la gracia de Dios llegué a reconciliarme con mi padre tres días antes que muriese, en 1994.

Volviendo al presente, ahora os cuento qué gran gracia he recibido ante el Santísimo Sacramento expuesto en la capilla del hospital.

Hace unos 15 días atrás supe que mi madre tenía leucemia y, justo algún día después, que estaba internada, casi en fin de vida, en este hospital. Ayudada por el Espíritu Santo convencí a su marido que no la visitase durante unas horas y, apenas llegada yo a su habitación, la alcé (ahora pesa porquísimo) y con una silla de ruedas la acompañé a la capilla de la adoración (ella estaba un poco aturdida pero consciente y consentía).

Cuando estuvimos frente al Señor (mamá quiso que la acercase para estarle cerquísima!) lo miré y le ofrecí todo mi sufrimiento pasado y presente, y ambas rezamos en silencio. Recibí de inmediato, de parte del Señor, el valor de preguntarle a mi madre si había perdonado a papá (hasta aquel momento era tabú pronuciar su nombre) y ella me respondió que sí, y rezamos entonces por el alma de mi padre. Infinita, visceral era mi alegría. Sentí que un océano de Amor y de gratitud invadía mi corazón y toda mi persona. Dejé que el Amor obrase en mí y me abriese al perdón. ¡Desde hacía tanto tiempo que rezaba para lograr perdonar! En ese momento sentí que la roca que tenía dentro se disolvía como nieve al sol.

Mi madre, aunque sufriente, estaba serena, y -¡gracia de las gracias!- decidió confesarse después de muchísimos años que no lo hacía. ¡Justo en ese momento entraba un sacerdote a la capilla!

Salí de la capilla llena de alegría y las personas con las que me cruzaba en los corredores del hospital al verme me miraban perplejas.

Sí, he reencontrado a mi mamá. Su cuerpo está marcado por la enfermedad y decrépito pero su alma está limpia y pronta.

Quizás dentro de poco nos dejará, pero será en la paz y en la esperanza.
Estoy cierta que papá la está esperando para abrazarla una vez más y juntos intercederán por nosotras sus hijas.

Después de 30 años, delante de Jesús Eucaristía, ¡he reencontrado a mi familia!

Estoy segura que Él me ayudará a permanecer en su paz y a perdonar también a aquel hombre por el cual mi madre nos abandonó... PORQUE NO HAY NADA IMPOSIBLE A DIOS!

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Fuente: Adoración Eucaristica Perpetua en Toledo

Generación Benedicto España


www.generacion-benedicto.es

Arzobispo de París: reconocer estatuto jurídico de no nacido

Entrevista al P. Rufus Pereira, Vicepresidente de la Asociación de Exorcistas

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En el Vientre Materno

El nacimiento de un nuevo ser, un documental de la evolución biológica de una nueva vida. Por The National Geographics.

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Seguir a Agustín como gran divulgador del Evangelio / Autor: Benedicto XVI

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San Agustín vive en sus obras

Intervención con motivo de la audiencia general

Publicamos la intervención de Benedicto XVI en la audiencia general de este miércoles, la cuarta que dedica a presentar la figura de san Agustín de Hipona, y en particular, a sus obras.


* * *

Queridos hermanos y hermanas:


Tras la pausa de los ejercicios espirituales de la semana pasada, volvemos hoy a presentar la gran figura de san Agustín, sobre quien ya he hablado varias veces en las catequesis del miércoles. Es el padre de la Iglesia que ha dejado el mayor número de obras, y de éstas quiero hablar brevemente. Algunos de los escritos de Agustín son de importancia capital, y no sólo para la historia del cristianismo sino también para la formación de toda la cultura occidental: el ejemplo más claro son las «Confesiones», sin duda uno de los libros de la antigüedad cristiana más leídos todavía hoy. Al igual que varios padres de la Iglesia de los primeros siglos, aunque en una medida incomparablemente más amplia, también el obispo de Hipona ejerció una influencia persistente, como se puede ver por la sobreabundante tradición manuscrita de sus obras, que son extraordinariamente numerosas.

Él mismo las revisó años antes de morir en las «Retractaciones» y poco después de su muerte fueron cuidadosamente registradas en el «Indiculus» (Índice), añadido por el fiel amigo Posidio a la biografía de san Agustín, «Vita Augustini». La lista de las obras de Agustín fue realizada con el objetivo explícito de salvaguardar su memoria, mientras la invasión de los vándalos se extendía por toda África romana y contabiliza 1.300 escritos numerados por su autor, junto con otros «que no pueden numerarse porque no puso ningún número». Obispo de una ciudad cercana, Posidio dictaba estas palabras precisamente en Hipona, donde se había refugiado y donde había asistido a la muerte de su amigo, y casi seguramente se basaba en el catálogo de la biblioteca personal de Agustín. Hoy han sobrevivido más de 300 cartas del obispo de Hipona, y casi 600 homilías, pero éstas eran originalmente muchas más, quizá incluso entre 3.000 y 4.000, fruto de cuatro décadas de predicación del antiguo orador, que había decidido seguir a Jesús y dejar de hablar a los grandes de la corte imperial para dirigirse a la población sencilla de Hipona.

En años recientes, el descubrimiento de un grupo de cartas y de algunas homilías han enriquecido el conocimiento de este gran padre de la Iglesia. «Muchos libros --escribe Posidio-- fueron redactados por él y publicados, muchas predicaciones fueron pronunciadas en la iglesia, trascritas y corregidas, ya sea para confutar a herejes ya sea para interpretar las Sagradas Escrituras para edificación de los santos hijos de la Iglesia. Estas obras --subraya el obispo amigo-- son tan numerosas que a duras penas un estudioso tiene la posibilidad de leerlas y aprender a conocerlas» («Vita Augustini», 18, 9).

Entre la producción literaria de Agustín, por tanto, más de mil publicaciones divididas en escritos filosóficos, apologéticos, doctrinales, morales, monásticos, exegéticos y contra los herejes, así como las cartas y homilías, destacan algunas obras excepcionales de gran importancia teológica y filosófica. Ante todo, hay que recordar las «Confesiones», antes mencionadas, escritas en trece libros entre los años 397 y 400 para alabanza de Dios. Son una especie de autobiografía en forma de diálogo con Dios. Este género literario refleja la vida de san Agustín, que no estaba cerrada en sí misma, despistada en mil cosas, sino vivida esencialmente como un diálogo con Dios y, de este modo, una vida con los demás.

Ya de por sí el título, «Confesiones», indica el carácter específico de esta biografía. Esta palabra «confessiones» en el latín cristiano desarrollado por la tradición de los Salmos tiene dos significados, que se entrecruzan. «Confessiones» indica, en primer lugar, la confesión de las propias debilidades, de la miseria de los pecados; pero al mismo tiempo, «confessiones» significa alabanza a Dios, reconocimiento de Dios. Ver la propia miseria a la luz de Dios se convierte en alabanza de Dios y en acción de gracias, pues Dios nos ama y nos acepta, nos transforma y nos eleva hacia sí mismo.

Él mismo escribió sobre estas «Confesiones», que tuvieron gran éxito ya en vida de san Agustín: «Han ejercido sobre mí un gran impacto mientras las escribía y lo siguen ejerciendo todavía cuando las vuelvo a leer. Hay muchos hermanos a quienes les gustan estas obras» («Retractaciones», II, 6): y tengo que reconocer que yo también soy uno de estos «hermanos». Y gracias a las «Confesiones» podemos seguir, paso a paso, el camino interior de este hombre extraordinario y apasionado de Dios.

Menos difundidas, aunque igualmente originales y muy importantes son, además, las «Retractationes» [Revisiones], redactadas en dos libros en torno al año 427, en las que san Agustín, ya anciano, hace una «revisión» («retractatio») de toda su obra escrita, dejando así un documento literario singular y sumamente precioso, pero al mismo tiempo una enseñanza de sinceridad y de humildad intelectual.

«De civitate Dei» [La Ciudad de Dios] obra imponente y decisiva para el desarrollo del pensamiento político occidental y para la teología cristiana de la historia, fue escrita entre los años 413 y 426 en 22 libros. La ocasión era el saqueo de Roma por parte de los godos en el año 410. Muchos paganos, todavía en vida, así como muchos cristianos habían dicho: Roma ha caído, ahora el Dios cristiano y los apóstoles ya no pueden proteger la ciudad. Durante la presencia de las divinidades paganas, Roma era la «caput mundi», la gran capital, y nadie podía imaginar que cayera en manos de los enemigos. Ahora, con el Dios cristiano, esta gran ciudad ya no parecía segura. Por tanto, el Dios de los cristianos no protegía, no podía ser el Dios a quien encomendarse. A esta objeción, que también tocaba profundamente el corazón de los cristianos, responde san Agustín con esta grandiosa obra, el «De civitate Dei», aclarando qué es lo que debían esperarse de Dios y qué es lo que no podían esperar de Él, cuál es la relación entre la esfera política y la esfera de la fe, de la Iglesia. Todavía hoy este libro es una fuente para definir bien la auténtica laicidad y la competencia de la Iglesia, la gran esperanza que nos da la fe.

Este gran libro es una presentación de la historia de la humanidad gobernada por la Providencia divina, pero actualmente dividida en dos amores. Y este es el designio fundamental, su interpretación de la historia, la lucha entre dos amores: el amor propio, «hasta llegar a menospreciar a Dios» y el amor a Dios «hasta llegar al desprecio de sí mismo», («De civitate Dei», XIV, 28), a la plena libertad de uno mismo a través de los demás a la luz de Dios. Este es quizá el libro más grande de san Agustín, de una importancia permanente.

Asimismo es importante el «De Trinitate» [Sobre la Trinidad], obra en quince libros sobre el núcleo principal de la fe cristiana, la fe en el Dios trinitario, escrita en dos tiempos: entre los años 399 y 412 los primeros doce libros, publicados sin que Agustín lo supiera, quien los completó hacia el año 420 y revisó la obra completa. En él reflexiona sobre el rostro de Dios y trata de comprender este misterio de Dios que es único, el único creador del mundo, de todos nosotros, y que sin embargo este Dios único es trinitario, un círculo de amor. Trata de comprender el misterio insondable: precisamente su ser trinitario, en tres Personas, es la unidad más real y profunda del único Dios.

El «De doctrina Christiana» [Sobre la doctrina cristiana] es una auténtica introducción cultural a la interpretación de la Biblia y, en definitiva, al mismo cristianismo, que tuvo una importancia decisiva en la formación de la cultura occidental.

A pesar de toda su humildad, Agustín fue ciertamente consciente de su propia talla intelectual. Pero para él era más importante llevar el mensaje cristiano a los sencillos que redactar grandes obras de elevado nivel teológico. Su intención más profunda, que le guió durante toda su vida, se puede ver en una carta escrita al colega Evodio, en la que le comunica la decisión de dejar de dictar por el momento los libros del «De Trinitate», «pues son demasiado cansados y creo que pueden ser entendidos por unos pocos; hacen más falta textos que esperamos que sean útiles para muchos» («Epistulae», 169, 1, 1). Por tanto, para él era más útil comunicar la fe de manera comprensible para todos, que escribir grandes obras teológicas.

La responsabilidad agudamente experimentada por la divulgación del mensaje cristiano se encuentra en el origen de escritos como el «De catechizandis rudibus», una teoría y también una aplicación de la catequesis, o el «Psalmus contra partem Donati». Los donatistas eran el gran problema de África y de san Agustín, un cisma que quería ser africano. Decían: la auténtica cristiandad es la africana. Se oponían a la unidad de la Iglesia. Contra este cisma, el gran obispo luchó durante toda su vida, tratando de convencer a los donatistas de que sólo en la unidad incluso la africanidad puede ser verdadera. Y para que le entendieran los sencillos, que no podían comprender el gran latín del orador, dijo: tengo que escribir incluso con errores gramaticales, en un latín muy simplificado. Y lo hizo, sobre todo en este «Psalmus», una especie de sencilla poesía contra los donatistas para ayudar a toda la gente a comprender que sólo en la unidad de la Iglesia se realiza realmente nuestra relación con Dios y crece la paz en el mundo.

En esta producción destinada a un gran público tiene una particular importancia el gran número de sus homilías, con frecuencia improvisadas, transcritas por taquígrafos durante la predicación e inmediatamente puestas en circulación. Entre éstas, destacan las bellísimas «Enarrationes in Psalmos», muy leídas en la Edad Media. La publicación de los miles de homilías de Agustín, con frecuencia sin control del autor, explica tanto su amplia difusión como su vitalidad. Inmediatamente las predicaciones del obispo de Hipona se convertían, por la fama del autor, en textos sumamente requeridos y eran utilizados también por los demás obispos y sacerdotes como modelos, adaptados siempre a nuevos contextos.

En la tradición iconográfica, un fresco de Letrán que se remonta al siglo IV, representa a san Agustín con un libro en la mano, no sólo para expresar su producción literaria, que tanta influencia tuvo en el pensamiento de los cristianos, sino también para expresa su amor por los libros, por la literatura y el conocimiento de la gran cultura precedente. A su muerte no dejó nada, cuenta Posidio, pero «recomendaba siempre que se conservara para las futuras generaciones la biblioteca de la iglesia con todos sus códices», sobre todo los de sus obras. En éstas, subraya Posidio, Agustín está «siempre vivo» y es de utilidad para quien lee sus escritos, aunque como él dice, «creo que pudieron sacar más provecho de su contacto los que le pudieron ver y escuchar cuando hablaba personalmente en la iglesia, y sobre todo los que fueron testigos de su vida cotidiana entre la gente» («Vita Augustini», 31). Sí, también para nosotros sería hermoso poderle sentir vivo. Pero está realmente vivo en sus escritos, está presente en nosotros y de este modo vemos también la permanente vitalidad de la fe por la que dio toda su vida.

[Al final de la audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:

Continuamos la catequesis sobre san Agustín, gran testigo de Cristo, muy querido por mis predecesores y al que yo mismo he estudiado y meditado mucho. De su inmensa producción literaria, destacan algunas obras de capital importancia. Así las Confesiones, donde podemos seguir paso a paso su camino interior de conversión. También las Retractationes, en las cuales el obispo, ya anciano, hace una revisión de toda su obra escrita.

En De civitate Dei, obra decisiva para el desarrollo del pensamiento político occidental y para la teología cristiana de la historia, presenta la historia de la humanidad gobernada por la divina Providencia. En De Trinitate trata sobre el principal núcleo de la fe cristiana y el De doctrina Cristiana es una verdadera introducción al cristianismo, que tuvo una importancia decisiva en la formación de la cultura occidental.

Consciente de la necesidad de la divulgación del mensaje cristiano escribe el De catechizandis rudibus, dedicado a la instrucción de muchos cristianos analfabetos y el Psalmus contra partem Donati, de argumento doctrinal. En Enarrationes in Psalmos se hallan muchas homilías recogidas por taquígrafos durante las predicaciones del santo, cuya fama hizo que se divulgasen ampliamente y fuesen muy consultadas.

Saludo a los peregrinos de lengua española, especialmente a las Hijas de María Auxiliadora y a los estudiantes del Colegio Mater Salvatoris y Nuestra Señora del Huerto. Que en esta Cuaresma, el ejemplo de san Agustín, la lectura de sus obras, su mensaje y su camino interior os ayuden a un encuentro personal con Jesucristo que cambie totalmente vuestras vidas. ¡Muchas gracias!

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[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

© Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

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Testimonio de Jóvenes RCCE - ¡Decídete a Vivir!

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Juristas cristianos cuestionan "ley de templos" en Cataluña

MADRID, 18 Feb. 08 (ACI).- La Junta Directiva de la Asociación de Juristas Cristianos de Cataluña emitió este domingo un comunicado solicitando la suspensión de la controvertida "Ley de Centros de Culto" que discute el parlamento catalán, y que abriría las puertas a la persecución religiosa pasiva por parte de las autoridades civiles.

La ley, justificada por la multiplicación incontrolada de mezquitas en Catalunya, supuestamente establecería normas para la construcción y funcionamiento de los templos en Cataluña. Sin embargo, según la Asociación, el texto de la ley "afecta a una materia tan fundamental como es el ejercicio del derecho a establecer lugares de culto o reunión con fines religiosos", protegido por el artículo 16 de la Constitución Española.

"En el actual contexto político y legislativo –dice el comunicado- no puede parecer exagerado el temor de que algunos artículos del proyecto se contemplen como el anuncio o la posibilidad de futuras medidas legislativas, administrativas y políticas que conlleven el cierre de lugares de culto que llevan decenas de años dedicados a este fin".

"Además de una chapuza jurídica más de las que viene produciendo el actual Gobierno catalán –sigue el mensaje-, no es extraño que recaiga sobre el proyecto la sospecha de que nos encontramos frente a un nuevo ataque a los derechos de los ciudadanos, y en este caso, también una vez más, al derecho fundamental a la libertad religiosa, y en particular al derecho que deriva de éste a establecer lugares de culto".

Los Juristas Cristianos señalan que la legislación urbanística actual "es suficiente para regular y controlar estas situaciones, y no es de ningún modo necesario un cuerpo legal nuevo sobre el particular".

Por ello, la Asociación "insta al Gobierno de la Generalitat a retirar el proyecto y a manifestar con toda claridad y de manera rotunda, con actos políticos y administrativos inequívocos, su respeto al derecho fundamental a la libertad religiosa".

"Instamos por último a las entidades públicas y privadas a que manifiesten su oposición frente a este proyecto y exijan al Gobierno de la Generalitat que respete el derecho, que huya de sectarismos de todo tipo, y sirva a todos los ciudadanos de Cataluña por igual, sin discriminaciones de ningún tipo, y con respeto a los derechos del hombre reconocidos por la Constitución Española y por el Estatuto de Cataluña",
concluye el documento.

Seminario de Vida en el Espíritu Santo

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Una de las presentaciones que se proyectaron durante el Seminario de Vida en el Espíritu organizado por el grupo Sión, de la Renovación Carismática Católica, los días 11 al 13 de Mayo de 2007, en la Casa Emaús de Pozuelo de Alarcón. Esta presentación fue la que sirvió para abrir el Seminario y su canción el himno elegido para el retiro.



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Una de las presentaciones que se proyectaron durante el Seminario de Vida en el Espíritu organizado por el grupo Sión, de la Renovación Carismática Católica, los días 11 al 13 de Mayo de 2007, en la Casa Emaús de Pozuelo de Alarcón. Esta presentación fue la que sirvió para introducir el tema del Señorio de Cristo.



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Una de las presentaciones que se proyectaron durante el Seminario de Vida en el Espíritu organizado por el grupo Sión, de la Renovación Carismática Católica, los días 11 al 13 de Mayo de 2007, en la Casa Emaús de Pozuelo de Alarcón. Esta presentación fue la que sirvió para introducir los temas del Crecimiento y la Vida Nueva en el Espíritu, después de la Efusión.



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Una de las presentaciones que se proyectaron durante el Seminario de Vida en el Espíritu organizado por el grupo Sión, de la Renovación Carismática Católica, los días 11 al 13 de Mayo de 2007, en la Casa Emaús de Pozuelo de Alarcón. Esta presentación clausuró el Seminario de Vida.


Vivir la Eucaristía: El gran Misterio de la fe

Vivir la Eucaristía: El gran Misterio de la fe en 13 breves documentales.Este DVD está producido por GOYA Producciones. Agradecemos la comprensión y la generosidad de esta Productora. Puede adquiirir este DVD -con gran calidad- en la siguiente página: http://www.goyaproducciones.es/

Vivir la Eucaristía: Presencia de Dios


Vivir la Eucaristía: El Pan de la Vida




Vivir la Eucaristía: Anticipo del cielo


viernes, 15 de febrero de 2008

OLGA BEJANO, pentapléjica de 44 años,escribe su tercer libro / Autora: Sara Martín

Para ver el video haz click sobre la imagen
«Los garabatos de Dios», tercer libro de una mujer pentapléjica

Entrevista con Olga Bejano


MADRID, lunes, 18 febrero 2008 (ZENIT.org).- Lleva más de dos décadas sin poder hablar. Respira a través de un respirador artificial, se alimenta con una sonda, ha sufrido casi 200 neumonías durante este tiempo, varias decenas de intervenciones quirúrgicas... La vida es cada vez menos fácil para Olga Bejano, de 44 año, pero ha decidido continuar «trabajando» y luchando para dar a conocer todo el potencial de sabiduría que lleva dentro.

Después de haber escrito «Voz de Papel» y «Alma de Color Salmón», sale ahora a la luz su última obra, «Los Garabatos de Dios», en la editorial LibrosLibres. Con motivo de su publicación, Olga ha concedido esta entrevista en la que explica los porqués de esta obra, repasa su situación actual y da razones de su esperanza en medio del dolor.

--Lo primero, lo que todos quieren saber, la pregunta que siempre surge en los foros... ¿Cómo estás?

--Olga Bejano:
Fatal, físicamente una neumonía cada semana y psicológicamente muy cansada de tanto luchar con la burocracia. Llevamos dos meses sin enfermera y como soy una enferma de U.C.I., mi madre hace tres turnos ella sola. Estoy encamada todo el día y casi incomunicada.

--En segundo lugar, enhorabuena por tu tercer libro, y por todo el esfuerzo que ha supuesto. Dices en tu libro que el Cielo te pidió «en sueños, como quien no quiere la cosa», que escribieras otro libro. ¿Cómo fue?

--Olga Bejano:
En este libro explico cómo el Señor me ha ido enviando a lo largo de estos veinte años porciones de conocimiento y sabiduría. Estos maravillosos regalos, eslabones de una misteriosa cadena, me han permitido abrir mi mente, madurar y crecer espiritualmente. Al principio no era consciente de lo que el Señor estaba haciendo conmigo y, ante la aparición de los regalos divinos, decía lo que casi todos los mortales: «¡Qué casualidad, qué coincidencia!». Hasta que, poco a poco, me fui dando cuenta de que todas esas casualidades y coincidencias no eran tales, y que todas, toditas, todas venían del Cielo. El Cielo hace las cosas más grandes de la manera más sencilla y todos sentimos cuándo un sueño es diferente.

--¿No quedaba suficientemente reflejada la importancia que la religión tiene en tu vida en los otros dos libros? ¿Por qué añadir más?

--Olga Bejano:
¡Ni muchísimo menos! De toda mi evolución espiritual y religiosa he dicho lo que me ha salido del corazón en cada momento, pero queda mucho en mi interior.

--Ahora ya, por fin, ¿tienes los deberes cumplidos?

--Olga Bejano:
Eso sólo Dios lo sabe, aunque a mí trabajo no me falta, pero lo más importante ya lo he hecho y lo he comprendido.

--¿La relación con Dios que tienes ahora ha sido un regalo de tu enfermedad, o más bien de tu experiencia cercana a la muerte?

--Olga Bejano:
Las dos cosas van unidas. Para mí la enfermedad no es ningún regalo. Los seres humanos somos materia y alma. La materia se puede deteriorar por muchas circunstancias y si uno acepta la situación de forma positiva, puede ser una oportunidad para madurar y crecer como persona humana y espiritualmente. Dios me da otro tipo de regalos poniendo en mi vida un equipo médico de cuidados paliativos fabuloso, un montón de amigos que siempre están cuando los necesito, mi familia, vosotros los lectores, etc.

--¿Deseas decir algo a tantas personas que alrededor del mundo te conocen, te quieren y rezan por ti cada día, aunque nunca te han visto personalmente?

--Olga Bejano:
Desearía gritar que valoren su vida, que la sepan vivir sanamente, que vivan en paz y que sepan ser felices con lo que son y con lo que tienen.

Que aprendan a ser felices y así podrán hacer felices a los demás. No se puede dar lo que no se tiene.

--¿Cómo te gustaría terminar esta entrevista?

--Olga Bejano:
Todos sabemos que lo peor de una enfermedad incurable es el principio y el final. Mi «sprint» final, por muchos motivos, me está resultando muy difícil, por eso pido oraciones en abundancia y a mis lectores siempre os estaré agradecida porque habéis sido un estímulo para seguir viviendo al límite de lo imposible.

jueves, 14 de febrero de 2008

Testimonio de Olivier Sachs: la conversión del banquero que lo tenía todo

La historia real de un triunfador, ateo racionalista, cuando empezó a entender que “Dios me ha dado todo lo que quería”.
Desde su juventud como estudiante brillante, Olivier Sachs era ateo convencido. Alcanzó el éxito en las finanzas en Nueva York, cargos de importancia en la banca en la City de Londres, en Zurich. Felizmente casado, con tres hijos preciosos, dinero de sobras, obras de arte... todo lo que la vida puede ofrecer.

Por insistencia de unos amigos, en 2004 se apuntó a un Curso Alpha en Londres: “¿por qué no intentarlo? Soy un ateo convencido, me gusta el reto intelectual y tengo mucho tiempo. No me van a lavar el cerebro. De hecho, podría ser bastante divertido.”

Publicamos un extracto de su testimonio, aparecido en inglés en Alpha News, revista editada en Londres, en la iglesia Holy Trinity Brompton.

Un joven genio de las finanzas

Nací y crecí en París. No me bautizaron ni me dieron una educación religiosa de niño. Mi padre es ateo y mi madre es católica.

A los 16 años me propusieron encontrarme con un grupo de gente de distintas religiones, para conocer sus creencias y decidirme sobre qué creer. Por ejemplo, el tío de mi madre era fuertemente católico, y había personas judías. Y leí libros sobre otras religiones.

Decidí que no creía que hubiese un Dios. Estudié ciencia y llegué a ser un ateo racionalista, convencido.

A los veinte años entré en la Escuela Politécnica con muy buenas notas, acabé mi carrera e hice tres años más de ingeniería civil y economía. Estaba convencido de ser lo mejor de lo mejor, la élite de la sociedad francesa, que el éxito era mérito mío y que era más inteligente que los demás. Era arrogante, egoísta y ambicioso.

En 1985, con 24 años, estaba en Nueva York cuando empezaban a abrirse los mercados financieros. Allí descubrí el mundo de las finanzas y los bancos. Y pensé: “Esto es lo que quiero. Quiero hacer dinero”.

Mi vida romántica seguía el ritmo del resto de mi vida: muy egoísta. De los 23 a 31 años tuve una novia a largo plazo, pero no estaba completamente comprometido. Yo tenía una carrera exitosa en Londres, era el típico chico de oro y amasaba cantidades absurdas de dinero.

Amor instantáneo

En 1991 el banco me invitó a volver a París, lo que era una promoción. Mi equipo allí supo que había roto con mi novia de siempre y se daban cuenta que estaba un poco perdido y triste. Me invitaron a una fiesta y allí conocí a Valerie. Fue amor instantáneo para los dos. Yo tenía 31 años, ella, 27.

Me declaré a Valerie en el día de San Valentín de 1993 y dijo “sí”. Su familia era católica y muy cristiana. Sabían que yo era ateo pero realmente me acogieron en su hogar. Había algo diferente en ellos.

Valerie tenía fe pero no iba a la iglesia con regularidad. Hablamos de nuestras creencias y dijo que quería casarse por la iglesia y bautizar nuestros hijos. Y yo no tenía objeción. Nos casamos en una gran boda en Francia en una iglesia católica el 29 de abríl de 1994. Vivíamos en Londres, me iba muy bien y aún me motivaba completamente el dinero.

A mi amigo Mark y a mí nos invitaron a ser profesores en una grande Ecole de París, algo muy inusual para gente de nuestra edad. Iba a Francia cada fin de semana a dar conferencias. Y pensaba: ”No sólo soy un tío importante en la City en Londres, sino también profesor en esta famosa escuela de Francia”.

Después, el banco me invitó a ir a Suiza, a la oficina principal de Zurich, y allí estábamos en 1995. Estuvimos cinco años. Profesionalmente fue un gran éxito para mí, y allí nacieron nuestros tres hijos: Charlotte, 10 años, Valentine, 8, y Sebastien, 6.

Cautivado por la belleza

En Suiza empecé a interesarme por el arte y el coleccionismo. Compré mis primeras esculturas y pinturas. Como en todo lo que hacía, era bastante perfeccionista y quería aprender mucho del tema, y si estás interesado en los grandes maestros, tienes que aprender de sus temas religiosos.

Realmente me tocaron algunas obras de arte y la inspiración espiritual tras ellas, como la Pietá de Miguel Ángel. Había una fuerte sensación de que él había tenido una inspiración divina. Inconscientemente, aquello me tocó.

Volvimos a Londres en el 2000. Para entonces mi amigo Mark se había casado con Florence y enpezaron a hablarnos de su iglesia, Holy Trinity Brompton (HTB) y del Curso Alpha. Me preocupaba bastante que fuera una secta.

Yo había conseguido un estilo de vida bastante confortable, y la única razón para seguir trabajando era bastante futil: mantener mi fuerte ego en una cultura de triunfadores mostrando que podía ser aún más triunfador y continuar coleccionando obras de arte. Estaba más y más tentado a dejar de trabajar.

En este tiempo Mark se tomó una temporada sabática para intentar convencer a algunos obispos clave de la Iglesia católica en Francia de que usaran Alpha. Y empezaron Alpha en Francia.

En el 2001 Mark y Florence nos dijeron: ”En HTB están haciendo un Curso de Matrimonios. No es religioso”. Y pensé: ”¿Por qué no ir? Tenemos un buen matrimonio, pero siempre puedes mejorarlo. Vamos.”

Había entre 30 y 50 parejas. Fue una oportunidad para descubrir que la gente en HTB era normal, más aún, geniales, amigables e inteligentes. Mark y Florence impartían Alpha en Francia, y nos contaban esas increíbles historias de pequeños milagros que pasaban en los cursos. Yo simplemente pensaba que se autoengañaban.

Dejé el banco en 2003. Pasé un año yendo a museos y subastas de arte. Pasaba mucho tiempo con mi familia y de vacaciones. Era genial.

“Me gusta el reto intelectual”

Y pensé: ”Bien, hacen el curso Alpha en HTB, ¿por qué no intentarlo? Soy un ateo convencido, me gusta el reto intelectual y tengo mucho tiempo. Conozco la gente de HTB, son inteligentes e interesantes. No me van a lavar el cerebro. De hecho, podría ser bastante divertido.” Hablé con Valerie y decidimos ir juntos.

Fuimos a Alpha Matutino (el curso diurno de Alpha) en enero de 2004. Pensé que la gente era muy agradable, pero aún me mantenía a la defensiva pensando: ”Esta gente se autoengaña, de una manera u otra”. Decidí que eran sinceros pero que se engañaban.

Encontré las charlas interesantes, me gustaba su aproximación sistemática y racional porque soy una persona muy racional. Siempre había estado convencido de que el cristianismo estaba equivocado, lleno de contradicciones, que no tenía sentido. ¡Y el comportamiento contradictorio de la Iglesia a lo largo de la historia!

Pensaba: ”No hay manera de reconciliar todo esto, así que no puede ser verdadero”. Pasaban las semanas, y seguía diciéndo a la gente: “Soy ateo, no me creo todo esto”, pero no agresivamente.

Hacía preguntas todo el rato, buscaba comprobaciones, lecturas y referencias cruzadas, dobles y triples. A lo largo del curso me di cuenta de que en el supuesto de que creas en Dios entonces había una lógica y todo el tema se hacía plausible. ¡Era un supuesto grande!

Un asunto que resultaba ser un gran problema para mí era lo del salto de fe. Simplemente no podía captar a qué se referían. ¿Cómo puedes decidir que vas a creer en algo? ¡O lo crees o no lo crees!

“Deseaba que algo me sucediese”

Fuimos al fin de semana Alpha a Chichester. Nos llevamos los niños y nos encantó. Tuvimos la sesión del Espíritu Santo el sábado por la tarde. Esperaba que hubiese rayos o algo así, veía muchas cosas sucediendo a la gente a mi alrededor, pero nada pasaba conmigo. “¿Es que se engañan o soy la única persona racional aquí?”, pensaba. Pero también sabía que deseaba que algo me sucediese.

Fui a Nicky Gumbel [el fundador de Alpha que impartía el curso] y le pedí que rezara por mí. Y me dirigió en una oración. Fui feliz de decir la oración y pienso que fue genuina. La oración era básicamente: ”Perdón (por lo que he hecho mal), gracias (por morir por mí, aunque esto no lo entendía realmente), por favor (ven a mi vida)”.

Aquel primer curso Alpha respondió a la mayoría de mis inquietudes intelectuales sobre el cristianismo. Ahora empezaba a mirar mi vida ligeramente diferente.

Regalos de Dios
¿No podía ser que todo lo que había conseguido no fuese por mérito mío sino regalos de Dios? Inconscientemente me iba dando cuenta de que el Señor había sido paciente y bueno conmigo. Él me había dado todos estos regalos, bendiciones y libertad que me habían permitido triunfar en el mundo humano.

Me había dado todo lo que quería: una esposa maravillosa, una familia fantástica, una gran casa. Pero aún no estaba seguro, no habría dicho que era cristiano en ese momento, estaba en proceso, pero debía tener algo de fe, porque cada día rezaba y leía la Biblia. Realmente algo estaba cambiando.

Valerie había disfrutado del curso y su fe había reavivado completamente. Nos invitaron a ayudar en el siguiente curso Alpha Matutino.

En este curso llegó el segundo elemento: el salto de fe. Veía tantas vidas transformadas a mi alrededor, más allá de la comprensión humana que tenía que ser verdad. Un día, caminando por la calle, me di cuenta de que yo era cristiano. Fue el 2 de marzo de 2004.

Me bauticé en junio de 2004 al acabar el segundo curso, y me confirmé en diciembre con el obispo de Londres.

Dios nos equipa
Ahora, dos años después [diciembre 2006], ha habido un gran cambio en mi vida. Desde fuera no se nota, porque vivimos el mismo estilo de vida, pero ha cambiado dramáticamente. Continuamos ayudando en los siguientes cursos y acudimos a los servicios del domingo. También me pidieron ayudar en Alpha en el lugar de trabajo, por mi historial laboral. Tenemos 35 cursos en el Reino Unido y quiero hacer un curso con mis antiguos empleados.

Ayudamos a Mark y Florence en Alpha Francia. Por mi hambre académica estoy en la escuela de teología de HTB. Valerie y yo estudiaremos juntos el Curso de Biblia. Valerie ha vuelto a la guitarra y dirige la adoración. Sabemos que algún día esta época de nuestras vidas en HTB acabará y se nos llamará a hacer algo más. Pienso que Dios nos está equipando para ello.

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Traducido y extractado de Alpha News, diciembre 2006-abril 2007, página 24-25. Se puede contactar con Olivier escribiendo a su oficina de "Alpha en el Sitio de Trabajo": tel. 0845 644 7544, workplace@alpha.org )
Cursos Alpha: millones de personas exploran la fe
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=6861

Lo que ahorra la Iglesia Católica al Estado / Enviado por Carmen Rubio


Dice Jesucristo que lo que haga tu mano derecha no lo sepa tu mano izquierda. Que Él me perdone, pero basta ya de tanta calumnia barata en contra de la Iglesia. Ahí van algunas cifras significativas del año
2005 sobre lo que la Iglesia ahorró al Estado Español:

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1.- 5.141 Centros de enseñanza - Ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año :

990.774 alumnos.

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2.- 107 hospitales - Ahorran al Estado 50 millones de euros por hospital al año.

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3.- 1.004 centros; entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de SIDA - Ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año:
51.312 camas

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4.- Gasto de Cáritas al año: 155 millones de euros (aportados por los católicos españoles.)


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5.- Gasto de Manos Unidas: 43 millones de euros (salidos del mismo bolsillo de los católicos).
Una cantidad 10 veces mayor que el 0,2% -España no da aún el prometido 0,7%- programado en los presupuestos generales del Estado para promoción del tercer mundo este año.

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6.- Gasto de las Obras Misionales Pontificias (Domund): 21 millones de euros.
Otra cantidad 5 veces mayor que el ya mencionado 0,2 %, ¿Imaginan de dónde sale?

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7.- 365 Centros de reeducación social para personas marginadas tales como ex-prostitutas, ex-presidiarios y ex-toxicómanos : 53.140 personas atendidas.
Ahorran al Estado, medio millón de euros por centro.

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8.- 937 orfanatos : 10.835 niños abandonados.

Ahorran al Estado 100.000 euros por centro.

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9.- El 80 % del gasto de conservación y mantenimiento del Patrimonio histórico-artístico eclesiástico.

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El arzobispo de Zaragoza, monseñor Ureña, ha calculado el gasto total ahorrado al Estado en 36.060 millones de euros al año.

El prestigioso economista José Barea lo ha
reducido a 31.189 millones de euros.



¿Qué más da la cantidad concreta? Lo importante es que nadie (o muy pocos) saben de este ahorro imprescindible para que la economía española
'vaya bien...'.



En fin, os invito por una vez (y sin que sirva de precedente) a que desobedezcamos a Jesucristo y hagamos públicas nuestras obras de Caridad. ¿Por qué nos vamos a avergonzar de nuestra Iglesia?

A todo esto tenemos que
sumar que casi la totalidad de personas que trabajan o colaboran con Manos Unidas, Cáritas, etc son voluntarios 'sin sueldo' (sí sí, sin sueldo. Aunque a algunos les extrañe es cierto, hay personas que trabajan por los demás sin pedir a cambio un salario), realizando su labor para ayudar a los demás sin pedir nada a cambio.



¿En cuánto podríamos cuantificar su trabajo?
Estas cifras pueden dispararse y son incalculables e impagables por un Estado que estaría encaminado a abandonar a su suerte a los más desfavorecidos .



Aunque si reduce las aportaciones a la Iglesia y a sus ONGS los está abandonando en cierto modo ¿o no?

Recordad que aunque la macro-economía de España va bien, la economía de los más humildes no va. Cada día tienen menos y de ellos sólo se acuerdan unos pocos.


Un saludo a todos y gracias a todos los voluntarios que hacen la vida mejor a muchas personas con su trabajo.

Padre Nuestro

Un bebé pregunta a los políticos

Curada de un tumor / Autora: Venera Longo

El 13 de mayo de 1996 fui sometida a una colicistectomía por cálculos biliares, luego de haber estado en terapia por unos ocho meses por piastrinopenia.
Luego de la intervención quirúrgica exitosa, unos veinte días después, comencé a acusar dolores de vientre y en la zona inguinal. Se pensó que se deberían a adherencias de la cicatrización. Se hicieron los debidos controles ecográficos y hematológicos pero ellos no mostraron ninguna anomalía orgánica.

Al inicio de junio, un ligero movimiento de las piernas me provocó la fractura del hueso de la cadera con un consecuente hematoma en la zona interna del muslo, confirmado por los exámenes radiográficos. Por lo tanto estuve obligada a la inmovilidad.

Pasando las semanas, en lugar de advertir los alivios de una mejoría, los dolores aumentaban. Se probó la terapia médica y la terapia de rehabilitación, pero sin éxito ya que el dolor y la dificultad para moverme aumentaban cada vez más. Se agregó la dificultad para respirar y a mover el brazo y el hombro izquierdos (ya que ambos habían resultado fracturados también). De esta situación se culpaba a una elevada e imprevista cuota de osteoporosis.

En breve y como sea, aquel verano se caracterizó por tremendos y lacerantes dolores, hasta que en septiembre la situación había llegado a un punto verdaderamente insostenible.

Así una noche, como si todo lo anterior no fuera suficiente, por el simple gesto de levantar el auricular del teléfono, me fracturo el brazo derecho (era la noche de la octava de la fiesta de la Virgen de la Guardia, patrona de nuestro barrio).
En esos momentos fui sometida a ulteriores exámenes clínicos, los que revelaron el terrible e infausto diagnóstico de mieloma múltiple ya en estado avanzado.
Ignorante de todo y como siempre, yo rezaba a Dios y a su amadísima Madre Maria para que me ayuden a soportar con serenidad estos momentos terribles.

No obstante un día, presa de la incomodidad y del cansancio, me dirigí a Dios, a la Virgen y al alma de mis padres "reprochándoles" su silencio. "Haz dicho: golpea y se te abrirá... mamá... papá, me habéis abandonado..."

Durante la noche soñé, en los pocos momentos que alcanzaba a dormir, que muy verosímilmente mis padres se presentaron a los pies de mi cama. Mi madre me exhortó a levantarme (ya hacía cinco meses que no caminaba más) e ir hacia la Virgen. Me levanté y juntas alcanzamos la calle. Llegadas al cruce, estaba por dirigirme hacia nuestra iglesia parroquial cuando conocidos míos me detuvieron para tener noticias del estado de mi salud. Contemporáneamente mi madre me exhortó a continuar mi camino, conduciéndome hacia la Roca de Belpasso, porque era aquel el lugar que había que alcanzar.

Al despertarme de aquel maravilloso sueño, vivido con extrema intensidad, comencé a sentirme mejor hasta mi completa curación. Esta sensación de bienestar estaba acompañada por el asombro y la maravilla de parte de mis seres queridos y de los médicos. Todos los análisis clínicos habían vuelto a sus valores normales y aún las fracturas (unas 27) se habían ido soldando sin el aporte y sostén de ninguna escayola.

Ahora, a la distancia de cuatro años, siento la necesidad de testimoniar la gracia recibida de la Ssma. Virgen, esto es, mi completa curación, sucedida, según el decir de los médicos, de manera inexplicable.

No encuentro palabras adecuadas para agradecer a Dios y a la Ssma. Virgen por todo aquello que me han concedido, pero espero alabarlos en cada uno de los momentos de mi vida.

En fe, Venera Longo

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Fuente: http://www.rocciadibelpasso.it

Curación de un adolescente que no podía caminar / Autor: Andrés Gemma, Obispo de Isernia – Venafro

En mis visitas a Sicilia y particularmente a la diócesis de Catania, donde mi Congregación custodia y oficia el hermoso santuario de Santa Maria de la Consolación en Paternò, nunca omití hacerme acompañar a la Roca de Belpasso, donde desde hace años se honra a la Ssma. Virgen, que habría bendecido con su aparición a un joven del lugar.

Siempre me ha sorprendido lo sugestivo de aquel sitio, que el cuidado de los devotos, de año en año, hace cada vez más acogedor. Son evidentes, igualmente, los pequeños signos de gratitud dejados por los fieles en memoria de alguna gracia recibida.

También a mí, luego de estas visitas, la Ssma. Virgen dispensó un favor que estoy obligado a señalar.

No recuerdo más la fecha precisa. En cambio recuerdo que había llegado hasta allí acompañado por un gentil amigo, justo antes de ir al aeropuerto desde donde volvería a Nápoles y desde allí a Isernia, mi sede episcopal.

Los días precedentes había estado en Paternò donde estaba dando un curso de predicación y quizás aunque no recuerdo bien, a presidir la fiesta anual. Recuerdo que en aquella peregrinación a la santa roca recomendé a la Ssma. Virgen a mi amigo Pasqualino, adolescente de catorce años. La mamá de este joven me lo había recomendado mucho porque estaba misteriosamente impedido en el uso de piernas y brazos, sin que los médicos hubieran podido explicar las razones. Naturalmente tenía una gran pena por este muchacho y aquella noche, recuerdo, lo recomendé con fervor a la intercesión de la Virgen, junto a tantas otras personas queridas.

Regresé muy tarde a Isernia. Al día siguiente, muy temprano, sonó el teléfono. Del otro lado de la línea una voz conmocionada me gritaba: "¡Pasqualino camina!". Era su madre que me informaba de la gracia finalmente obtenida. Yo le comuniqué que justamente la tarde precedente había confiado su hijo a la protección de la Virgen de Belpasso. Agradecimos juntos a la Reina del Cielo. Luego de algunas semanas nos encontramos juntos en el pueblito donde vive la familia para agradecer al Señor y a su Madre Santa. Pude ver personalmente a aquel muchacho correr libremente con sus compañeros, a ese mismo muchacho que semanas atrás llevaban a mi obispado en una silla llevada por cuatro personas.

Andrés Gemma, Obispo de Isernia – Venafro

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Fuente: http://www.rocciadibelpasso.it

Francisco se despierta del coma / Autores: Ricardo Porro y Nicoletta D’Abramo

Soy el papá de Francisco Porro, nacido en Andrea (Bari) el 4 de abril de 1980 y he venido a la Roca de Belpasso para agradecer a la Ssma. Virgen la gracia que ha concedido a nuestra familia con la curación de Francisco.

El 21 de marzo de 1999 Francisco fue víctima de un accidente de tránsito y permaneció en coma cuatro meses y medio (coma profundo y sucesivamente coma de vigilia).

Internado en Andrea el 21 de marzo de 1999, fue transferido a Taranto a la Ciudadela de la Caridad. Luego de haber estado en varios centros hospitalarios de Italia con respuestas negativas, ya que según el diagnóstico médico Francisco, estando en coma de vigilia, no debería despertarse más, fui aconsejado a ir a Crotone, al Instituto Santa Ana.

El 28 de junio de 1999 fuimos a ese centro y, bajando del automóvil, fui atraído por un resplandor metálico en el suelo. Lo recogí y era una medalla de la Virgen de Belpasso. Nos miramos con mi esposa e inmediatamente nos convencimos que la Virgen nos había conducido hasta allí y que Francisco se despertaría. Nosotros no conocíamos esta advocación de la Virgen, pero era un signo visible de Su presencia que nos guiaba. En efecto, éramos los únicos que creíamos en el despertar de Francisco.

El 12 de julio de 1999 fue trasferido de Taranto a Crotone. El 22 de julio de 1999 nos llamaba el Jefe de médicos Dr. Dolci, diciéndonos: "Gracias a Dios, luego de cuarenta años de profesión, me he equivocado: ¡Francisco ha recibido la gracia!". Francisco hoy está aquí en la Roca de Belpasso con nosotros, para agradecer a la Ssma. Virgen. Descendiendo a la Gruta de la Resurrección, Francisco ha identificado en el Cristo que lleva la Cruz, a la persona que le apareció antes de despertarse y que le dijo: "¡Álzate y camina!".

Estamos seguros que la Virgen ha obtenido este milagro de Jesús.

En fe: Ricardo Porro y Nicoletta D’Abramo

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Fuente: http://www.rocciadibelpasso.it

Como descubrir la vocación a la que Dios te llama / Autor: Carlo M. Martini

Pasos para un compromiso cristiano

Carta abierta del cardenal Martini a un joven

Querido amigo:

Esta carta, quizá, te pille de sorpresa, porque no responde a una carta previa o a una pregunta precisa.

Ha sido una iniciativa mía y, con ella, quiero contarte, calmada y meditati­vamente, algunas cosas que hubiera querido decirte ayer, apresuradamente, después de la misa celebrada en tu parroquia con ocasión de la visita pastoral.

Fuiste el representante de los jóvenes en la oración de los fieles. No recuerdo, exactamente, tus palabras precisas. Pedías por todos los jóvenes, para que sepan
"regalar un poco de su propio tiempo y de sus energías" al servicio de los hermanos, tanto en el seno de la comunidad cristiana como en el de la sociedad.

Aprecio cualquier esfuerzo con el que un joven intenta vencer su propio egoísmo. Pero ayer se trataba de una oración en la que pretendíamos trazar, no ese camino
de las pequeñas luchas humanas contra el egoísmo, sino un ideal de vida cristiana para el que invocábamos la gracia y la bendición del Padre. Y es sobre este punto que quiero compartir mi reflexión contigo. Perdona la claridad: tu oración estaba equivocada, no se trataba de un ideal auténtico de vida cristiana. Cuando está en juego la entrega a los hermanos no se puede hablar de "un poco" o de "un tanto así" como si se pudiera medir lo que debe ser dado.

La entrega interpersonal sea la que sea y a quien sea, es, por su propia naturaleza, absoluta e incondicional.

Una consideración profunda sobre las relaciones entre las personas, debe hacerte comprender que, éstas, no exigen esta o aquella cosa, este o aquel servicio,
este o aquel tiempo.., como si pudieras medir la cantidad y el grado de las energías y del tiempo que debes entregar.

La persona humana exige muchas cosas. Pero son siempre concreciones momentáneas; son expresión de una amistad, de un interés, de una acogida que no pueden agotarse en ese gesto particular que has realizado. Esos signos sobrepasan las acciones concretas y se convierten en la raíz fecunda de otros gestos siempre nuevos y de otros servicios mucho más intensos.

Tú crees en serio y, por tanto, puedes encontrar el sentido profundo de esa "totalidad" que acompaña la entrega de la persona humana, cuando, juntamente con
otras, con humildad y tesón, busca aquel bien misterioso y divino que habita en el interior de todo hombre y le confiere su dignidad absoluta: la libertad y el deseo de infinito.

Además, tú no crees en un Dios genérico, sino que has tenido la gracia incomparable de amar al Dios de Jesucristo; es decir, al Dios que en Cristo se ha entregado al hombre totalmente hasta la muerte de cruz, y ha querido al hombre consigo hasta la plenitud de la resurrección. Quizá te asustes ante estos ideales tan exigentes de
totalidad. Quizá no llegas a comprender toda la profundidad de algunas de las palabras que te escribo. Por eso quiero trazarte algunos pasos de ese camino en
el que podrás realizar el sentido de lo que, aquí y ahora, te escribo sencilla y fraternalmente.

El primer paso es el de empezar a mirar a todas las personas con las que te encuentres y los acontecimientos CON OJOS NUEVOS, no pensando sólo en
qué necesidad tendrán, o si son simpáticos o antipáticos. Con demasiada frecuencia etiquetamos a las personas que vemos cada día; nos pasa a todos; a mí también.

Somos perezosos y nos conformamos con la etiqueta del primer prejuicio que tuvimos; luego, sólo esperamos confirmarlo, en vez de cambiarlo. Peor todavía, al encontrarnos con alguien, pensamos enseguida: qué cosas podré sacarle, según aquel instinto egoísta, con frecuencia inconsciente, de disfrute de los otros que
se desencadena en nuestro corazón.

He aquí el por qué te pido ojos nuevos: para superar la superficialidad y la codicia y mirar con atención los interrogantes y esperanzas ocultas de aquellos con
los que nos encontramos y ver en profundidad las necesidades y motivos que mueven los hilos de la historia.

El segundo paso es el hacer fructificar más ampliamente los recursos. Comprométete cada día a un rato de oración o meditación.

Sabes que Dios nos ha hablado en Jesús y que esta Palabra viviente está custodiada por la comunidad cristiana.

Prueba a confrontarte con frecuencia con esta PALABRA, prueba cada día a tomar unos fragmentos de la Palabra de Dios y a sumergirla en tus comportamientos cotidianos; te darás cuenta de cuántas sacudidas y de cuántas crisis será fuente esta operación que te acabo de sugerir.

El tercer paso es el de adquirir alguna de las grandes actitudes de acogida a los otros con humildad, con maleabilidad y con responsabilidad creativa: el saludo; el diálogo y la acogida incondicional de la persona tal cual es; también la atención a las más pequeñas necesidades; el perdón recíproco que, seguramente, con muchos defectos, verás practicado en tu familia y en la comunidad cristiana.

El cuarto paso es ver y hacer todo con sentido de Iglesia. Para ello participa en un grupo, pero no en cualquier tipo de grupo, sino en los que te dan sentido de pertenencia eclesial y tensión apostólica. En el grupo maduras tu fe y tu compromiso; aprenderás a ver, juzgar y actuar a la luz de la Palabra, que crea hábitos de vigilancia y discernimiento; celebras los sacramentos, que son alimento y vida, en la comunidad eclesial; en él maduras tu vocación futura en contacto con todas las vocaciones eclesiales, que iluminarán tu opción y anima tu compromiso.

El quinto paso es de acoger como gran signo del Espíritu Santo, para los jóvenes de nuestro tiempo, las grandes iniciativas de voluntariado. Habrás oído hablar de ello, y, quizá, ya lo hayas experimentado. Veo en estas experiencias una escuela real hacia un modo nuevo de afrontar los problemas de relación entre las personas, incluso, a nivel internacional.

Y existe, por fin, un último paso, que da el sello y confiere autenticidad a todo el resto del camino propuesto, y es el de comprender y de qué manera. Relativamente estable, completa y concreta, podrás vivir y jugar TODA TU VIDA COMO UN DON TOTAL DE TI hacia los demás.

Esta opción importante la llamamos con una palabra que, por desgracia, se ha hecho ambigua. Se trata de la VOCACIÓN, que alguno considera un lujo para alguna categoría de cristianos.

No puedo hablarte extensamente sobre este argumento. No puedo hablarte, ahora, de los instrumentos con los que descubrir y cultivar la propia vocación. Sólo te
digo que cualquier bautizado está llamado por Dios a vivir, ya no para sí mismo, sino para los otros, a ejemplo de Jesús y con la fuerza del Espíritu Santo, en una forma concreta de vida que es igual para todos por la plenitud de la fe y. por el heroísmo de la caridad.

Después se hace diversa para cada uno, según el compromiso y función que se va a desarrollar en el seno de la comunidad cristiana en nombre de la Iglesia.

Es importante que cada uno pueda decir que el camino elegido es, para él, el modo más sincero, más rezado, más sufrido y más fecundo de no pertenecerse más a si
mismo.

TODA VIDA ES VOCACIÓN.

Para ti, que vives a tope tus años jóvenes, hacerse prójimo significa todo esto.

Carlo M. Martini

Del 21 al 26 de febrero, el cardenal Bertone visita Cuba



La visita del cardenal Bertone a Cuba no es política, sino eclesial


Visita de Juan Pablo II cambió el rostro de la Iglesia en Cuba

«Transfigurados en la esperanza» / Autor: Benedicto XVI

Intervención con motivo del Ángelus

Publicamos la intervención de Benedicto XVI antes y después de rezar la oración mariana del Ángelus junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano el domingo 17 de fenrero.

* * *

Queridos hermanos y hermanas:


Se concluyeron ayer, aquí, en el Palacio Apostólico, los ejercicios espirituales que, como todos los años, han congregado en la oración y en la meditación al Papa y a sus colaboradores de la Curia Romana. Doy las gracias a cuantos han estado espiritualmente cerca de nosotros: que el Señor les recompense por su generosidad.

Hoy, segundo domingo de Cuaresma, continuando con el camino penitencial, la liturgia, tras habernos presentado el domingo pasado el Evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto, nos invita a reflexionar sobre el acontecimiento extraordinario de la Transfiguración en el monte. Considerados juntos ambos episodios anticipan el misterio pascual: la lucha de Jesús con el tentador preanuncia el gran duelo final de la Pasión, mientras la luz de su Cuerpo transfigurado anticipa la gloria de la Resurrección. Por una parte, vemos a Jesús plenamente hombre, que comparte con nosotros incluso la tentación; por otra, le contemplamos como Hijo de Dios, que diviniza nuestra humanidad.

De esta manera, podemos decir que estos dos domingos constituyen pilares sobre los que se apoya todo el edificio de la Cuaresma hasta la Pascua, es más, toda la estructura de la vida cristiana, que consiste esencialmente en el dinamismo pascual: de la muerte a la vida.

La montaña, el Tabor como el Sinaí, es el lugar de la cercanía con Dios. Es el lugar elevado respecto a la existencia cotidiana en el que se respira el aire puro de la creación. Es el lugar de la oración, donde se está en presencia del Señor, como Moisés y como Elías, que aparecen junto a Jesús transfigurado y hablan con él del «éxodo» que le espera en Jerusalén, es decir, de su Pascua. La Transfiguración es un acontecimiento de oración: al rezar, Jesús se sumerge en Dios, se une íntimamente a Él, adhiere con su propia voluntad humana a la voluntad de amor del Padre, y de este modo la luz le penetra y aparece visiblemente la verdad de su ser: él es Dios, Luz de Luz. Incluso los vestidos de Jesús se vuelven blancos y resplandecientes.

Esto recuerda al Bautismo, el vestido blanco que llevan los neófitos. Quien renace en el Bautismo es revestido de luz, anticipando la existencia celestial, que el Apocalipsis representa con el símbolo de las vestiduras blancas (Cf. Apocalipsis 7, 9.13). Aquí está el punto crucial: la transfiguración anticipa la resurrección, pero ésta presupone la muerte. Jesús manifiesta a los apóstoles su gloria para que tengan la fuerza de afrontar el escándalo de la cruz, y comprendan que es necesario pasar a través de muchas tribulaciones para llegar al Reino de Dios.

La voz del Padre, que resuena en lo alto, proclama a Jesús como su Hijo predilecto, como en el bautismo del Jordán, añadiendo: «Escuchadle» (Mateo 17, 5). Para entrar en la vida eterna es necesario escuchar a Jesús, seguirle por el camino de la cruz, llevando en el corazón como Él la esperanza de la resurrección. «Spe salvi», salvados en la esperanza. Hoy podemos decir: «Transfigurados en la esperanza».

Dirigiéndonos ahora con la oración a María, reconocemos en ella a la criatura humana transfigurada interiormente por la gracia de Cristo y encomendémonos a su guía para recorrer con fe y generosidad el camino de la Cuaresma.

[Al final del Ángelus, el Papa saludó a los peregrinos en siete idiomas. En italiano comenzó diciendo:]

Sigo con preocupación las persistentes manifestaciones de tensión en el Líbano. Desde hace casi tres meses el país no logra escoger un jefe de Estado. Los esfuerzos para componer la crisis y el apoyo ofrecido por numerosos exponentes de relevancia de la comunidad internacional, aunque todavía no han logrado resultados, demuestran la intención de encontrar un presidente sentido como tal por todos los libaneses y de sentar los cimientos para superar las divisiones existentes. Por desgracia no faltan tampoco motivos de preocupación, sobre todo a causa de la inesperada violencia verbal o de cuantos ponen su confianza en la fuerza de las armas y en la eliminación física de los adversarios.

Junto al patriarca maronita y junto a todos los obispos libaneses os pido que os unáis a mi súplica a Nuestra Señora del Líbano para que aliente a los ciudadanos de esa querida nación y, en particular a los políticos, a trabajar con tenacidad a favor de la reconciliación, de un diálogo verdaderamente sincero, de la pacífica convivencia y del bien de una patria profundamente sentida como común.

[En español, dijo:]

Dirijo mi cordial saludo a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, especialmente a los fieles provenientes de las parroquias de San Lorenzo y de Nuestra Señora del Rosario de La Unión (Murcia). En este segundo Domingo de Cuaresma, la Iglesia nos invita a contemplar a Cristo, transfigurado en el monte Tabor, para que, iluminados por su Palabra, podamos vencer las pruebas cotidianas de la vida y ser en medio del mundo testigos de su gloria. ¡Muchas gracias!

[Al final, en su saludó en italiano, concluyó:]

Pienso de manera particular en los familiares de las personas desaparecidas el 4 de enero pasado en Venezuela, asegurándoles mi oración.

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[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

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