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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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domingo, 28 de julio de 2013

El Papa Francisco anuncia Cracovia, tierra de Juan Pablo II, como sede de próxima JMJ 2016, en el momento de rezar el Ángelus

28 de julio de 2013.-(13 TV  / Camino Católico)  «La Virgen Inmaculada intercede por nosotros en el cielo como una buena madre que cuida de sus hijos. Que María nos enseñe con su vida qué significa ser misioneros», ha dicho el Papa Francisco durante el Ángelus, en el que también ha anunciado la próxima sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en la ciudad de Cracovia (Polonia).  El Santo Padre lo ha anunciado al final de la Misa de clausura en Copacabana con estas palabras: «Queridos jóvenes, tenemos una cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en 2016 en Cracovia, Polonia. Por la intercesión de la materna Beata María, pidamos la luz del Espíritu Santo para el camino que nos llevará a esta etapa de alegre celebración de la fe y del amor de Cristo».
Los alrededor de 2000 jóvenes polacos que están participando en esta JMJ de Río, guiados por el ex-secretario de Juan Pablo II, el cardenal Stanislao Dziwisz, lanzaron una enorme ovación y recibieron de sus hermanos brasileños la Cruz de las JMJ, que llevarán a su tierra, en recuerdo del Papa Santo Juan Pablo II, creador de los encuentros planetarios de los jóvenes cristianos. En el vídeo se visualiza y escucha las palabras del Papa y la oración mariana del Ángelus.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

VALENTÍ PUIG / ESCRITOR: "Dios practica un concepto muy fraterno de la igualdad" / Entrevista de Alfredo Urdaci

Los dos recordamos un primer almuerzo, hace ya unos años, y una conversación sobre Juan Pablo II. Le expresé mi certeza de haber conocido a un santo, de los pies a la cabeza. Valentí recuerda aquella conversación. Entiendo que tiene memoria para las sensaciones, pero quizá más para las ideas. Su libro lleva un subtítulo valiente: "Una reflexión católica para el siglo XXI".

¿La suya es la historia de una reconversión?

Lo mío ha sido un regreso a la fe. En mi juventud dejé de ser miembro de la Iglesia. Fue un acto de rebeldía absurdo. Fue un acto mimético.

¿Y cómo ha sido el regreso?

Con la experiencia de la vida me di cuenta de que estaba atraído por la fe de mis padres. Lo comparo a reconstruir una mina que se ha hundido.

¿Le ha influido alguien en ese retorno?

Claro. Por ejemplo Juan Pablo II. Para mí fue un pontificado luminoso. Lo percibí cuando fue elegido. Esa fuerza de sus manos cuando se asomó a la plaza. Los Beatles dijeron que tenían más seguidores que Cristo. Juan Pablo II tuvo más seguidores que los Beatles.

¡Hay que tener valor para escribir un libro así en estos tiempos!

Pues no está pensado como un acto de valentía. Unos cuentan sus divorcios, otros sus matrimonios, yo cuento mi vuelta a la fe. Y si sirve de algo, me daré por satisfecho.

Pero en este ambiente de laicismo militante, arcaico, no sé...

Lo noto en algunas entrevistas. Tenemos generaciones que entrarán en el Prado y no sabrán interpretar un cuadro con una crucifixión.

Se dice en público que la fe se debe vivir de una forma privada...

Algunos políticos han sido cautelosos en exceso a la hora de implicar su religión en la acción política. Europa reniega de sus raíces cristianas. Hemos llegado a una situación en que la fe parece un pólipo. Hay que decir que la fe y la razón son compatibles.

Algunos dicen que la Iglesia debe regresar a los orígenes.

Los conceptos de la Iglesia están en la verdad revelada, en la roca sobre la que se funda, están en el Credo, en el Padrenuestro, en el Catecismo. Eso sí, la Iglesia debe revitalizar su lenguaje. Dios está en los ordenadores, y la Iglesia está un poco distante de esas realidades.

EN LA BIBLIOTECA

Nació en Palma de Mallorca, en 1949. Su padre era un industrial, católico liberal, que anhelaba las reformas del Concilio, mientras que su madre, más tradicionalista, se expresaba en un amor incondicional. Se educó en los franciscanos. Tenía en casa una sólida biblioteca donde el hijo encontró su vocación, primero como lector, luego como escritor. Salió de casa para estudiar Filosofía y letras en Barcelona. Es un experto en la obra de Josep Pla, escribe en catalán y castellano ("de momento", precisa) y va por su libro número 20. Se titula 'La fe de nuestros padres' (Península).


¿Hace falta ser filósofo o escritor para llegar a Dios?

Creo que Dios practica un concepto de la igualdad muy fraterno. Un teólogo es igual que un carbonero, y la fe del carbonero es algo muy serio.

¿Qué opinión tiene de Ratzinger?

Es una de las inteligencias más esplendorosas de nuestro tiempo. y lo digo sin beatería.

¿Percibe alguna línea principal en su papado?

Será un papado de regreso a los principios y los valores básicos. En Europa se plantea un choque de estrategias entre una sociedad sin valores frente a lo que comenzó hace dos mil años.

¿Cómo es su Dios?

Es el Dios escondido de Pascal. Es el ser que nos hace más libres, que nos deja elegir, que nos quiere, que nos ama.

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Fuente: La Gaceta de los Negocios

jueves, 17 de julio de 2008

Conversión del novio de una coordinadora de la JMJ al rezar juntos por los frutos de Sydney / Autor: Anthony Barich

SYDNEY, martes, 15 julio 2008 (ZENIT.org).- La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Sydney ya está trayendo conversiones a la Iglesia católica y eso que no ha hecho más que comenzar.

Basia Slusarczyk, de 24 años, coordinadora de la comunidad católica de origen polaco en la JMJ, ha explicado a Zenit que su novio está participando en el rito de iniciación cristiana para adultos que quieren recibir el bautismo. Su conversión se debe a la experiencia de rezar con ella por los frutos de la JMJ.

"Está participando conmigo en la JMJ y espero que esta semana de acontecimientos y solidaridad con tantos católicos de todos el mundo le haga sentirse orgulloso de unirse a la familia católica", afirma Basia.

Se encontraba entre un grupo de jóvenes polacos-australianos, vestidos con trajes polacos tradicionales, en la ceremonia de veneración de la cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud y del icono de la Virgen María en el Parque Belmore.

Con el impacto que traen los jóvenes peregrinos a Sydney, Basia cree que el evento juvenil traerá nueva vida a la Iglesia en Australia, y despertará a los que estaban dormidos. "Tenemos iglesias pequeñas y vibrantes en Australia, pero las futuras generaciones necesitan que estén vivas", considera.


Basia afirma que los jóvenes se sienten arrastrados por Benedicto XVI tal y como sucedía con Juan Pablo II, quien comenzó estas Jornadas Mundiales. "[Karol Wojtyla] se preocupó mucho cuando le pidieron que fuera el nuevo arzobispo de Cracovia, pues esto significaba para él dejar su trabajo diario con los jóvenes", recuerda Basia.

"Pero cuando fue elegido Papa, mantuvo su amor por los jóvenes, incluso después, a pesar de su enfermedad. Tenía algo en sus ojos y en su voz que arrastraba a los jóvenes".


Basia dirige un grupo de 200 jóvenes inscritos a la Jornada de Sydney, aunque reconoce que no todos son de origen polaco, pues algunos son de raíces irlandesas, canadienses o de Australia occidental.

"Todos somos fans de Juan Pablo II, pues comprendemos el enorme impacto que ha tenido en cada uno de nosotros y en el mundo", añade Agnieszka Agnes Jaszczyszyn, de 34 años, la otra responsable del grupo.

Pero sus oraciones se concentran en el actual Papa: "Gracias a Benedicto XVI podemos celebrar ahora la Jornada Mundial de la Juventud en Sydney en 2008," reconoce. "Los jóvenes del mundo han venido gracias a él".

Santo Padre envía primer SMS a jóvenes en JMJ de Sydney
El Papa Benedicto XVI envió su primer mensaje de texto a los jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney 2008 y que solicitaron el servicio al momento de inscribirse en el encuentro.
"Joven amigo, Dios y su pueblo esperan mucho de ti porque tienes en ti el don supremo del Padre, el Espíritu de Jesús, BXVI", se lee en el SMS que ha llegado a los teléfonos móviles de miles de jóvenes de distintos países que participan de la JMJ.

Los jóvenes recibirán cada día que dure el encuentro un mensaje y un pensamiento del Santo Padre, escrito en inglés y en forma abreviada, como ellos lo hacen.
La Misa inugural de la la JMJ en 3 minutos en video

Llegan la Cruz y el icono de María

Las calles de Sydney se llenaron este lunes de peregrinos para dar la bienvenida a la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud y el Icono de la Virgen María.

La Cruz fue entregada a los jóvenes del mundo por Juan Pablo II en 1984 para que fuera llevada como símbolo del amor de Cristo por la humanidad. El icono de maría fue su segundo regalo a los jóvenes, en 2003.

La llegada a la ciudad de los dos símbolos era la culminación de un viaje global. Después de haber atravesado todos los continentes, la Cruz y la imagen fueron entregados a jóvenes representantes de Australia por Benedicto XVI el domingo de Ramos del año 2006 en Roma.

Cientos de peregrinos siguieron la Cruz y el icono durante su llegada, transportados por barco hasta el característico muelle circular de la ciudad. Luego, los chicos y chicas, cargando las imágenes, atravesaron el centro de negocios de la ciudad hasta llegar a Belmore Park, una imagen nunca antes vista en esas latitudes.

Allí, cada uno de los peregrinos tuvo la posibilidad de venerar la Cruz y el icono, y muchos de ellos, incluidos unos muchachos de Texas, quedaron conmovidos hasta las lágrimas, abrazándose mutuamente, mientras los demás cantaban a su alrededor.

En la tarde de este martes, la Cruz y el icono formaron parte del escenario de apertura de la la misa inaugural de las Jornadas Mundiales de la Juventud, presidida por el cardenal George Pell, arzobispo de Sydney, en el embarcadero de Barangaroo, con la participación de unas 140.000 personas.

La alegria de jóvenes hispanos en Sydney en video

La llegada del Papa a Sydney y los actos previos de la JMJ en video

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Un cura mendigo, que había abandonado el sacerdocio, confesó a Juan Pablo II / Autor: Scott Hahn


En el programa de televisión de la Madre Angélica en los Estados Unidos (EWTN), relataron en el año 2001 un episodio inédito de la vida de Juan Pablo II.

Un sacerdote norteamericano de la archidiócesis de Nueva York se disponía a rezar en una de las parroquias de Roma cuando, al entrar, se encontró con un mendigo. Después de observarlo durante un momento, el sacerdote se dio cuenta que conocía a aquel hombre. Era un compañero del seminario, ordenado sacerdote el mismo día que él. Ahora mendigaba por las calles.

El cura, tras identificarse y saludarle, escuchó de labios del mendigo cómo había perdido su fe y su vocación. Quedó profundamente estremecido.

Al día siguiente el sacerdote llegado de Nueva York tenía la oportunidad de asistir a la Misa privada del Papa, a quien podría saludar al final de la celebración, como suele ser la costumbre. Al llegar su turno, sintió el impulso de arrodillarse ante el Santo Padre y pedir que rezara por su antiguo compañero de seminario, y describió brevemente la situación al Papa.

Un día después recibió una invitación del Vaticano para cenar con el Pontífice, en la que solicitaba llevara consigo al mendigo de la parroquia. El sacerdote volvió a la parroquia y le comentó a su amigo el deseo del Papa. Una vez convencido el mendigo, le llevó a su lugar de hospedaje, le ofreció ropa y la oportunidad de asearse.

Confesó al Papa

El Pontífice, después de la cena, indicó al sacerdote que los dejara solos, y pidió al mendigo que escuchara su confesión. El hombre, impresionado, le respondió que ya no era sacerdote, a lo que el Papa contestó: «una vez sacerdote, sacerdote siempre». «Pero estoy fuera de mis facultades de presbítero», insistió en mendigo, que recibió como respuesta: «Yo soy el Obispo de Roma, me puedo encargar de eso».

El hombre escuchó la confesión del Santo Padre y le pidió a su vez que escuchará su propia confesión. Después de ella lloró amargamente. Al final Juan Pablo II le preguntó en qué parroquia había estado mendigando, y le designó asistente de párroco de la misma, y encargado de la atención a los mendigos.

viernes, 11 de enero de 2008

Respuesta vaticana al drama de los niños del Sida: «El Buen Samaritano» / Autora: Marta Lago


Entrevista al presidente de la Fundación, el cardenal Lozano Barragán

ROMA, enero 2008 (ZENIT.org).- En el mundo dos millones y medio de niños afectados de Sida (el 90% se concentran en África subsahariana) esperan una respuesta que les permita vivir; la Fundación «El Buen Samaritano», con sede en el Vaticano, trabaja como promotor y puente de ayudas que necesitan con carácter permanente y urgente. Los fármacos que les dan esperanza de vida cuestan 12,5 euros al mes.

Así lo confirma su presidente, el cardenal Javier Lozano Barragán, en esta entrevista concedida a Zenit, en la que recuerda el origen de «El Buen Samaritano», constituida por el Papa Karol Wojtyla en 2004 --y confirmada por Benedicto XVI-- con personalidad jurídica pública, canónica y civil.

Su finalidad es el sostenimiento económico de los enfermos más necesitados, con particular atención a los de Sida [en todo el mundo la cifra estimada se aproxima a los 36 millones de casos]. La Fundación está confiada al Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud -la gobierna un Consejo de Administración según sus respectivos estatutos--. Preside ambas realidades el cardenal Lozano Barragán.

Alienta la labor de la Fundación el llamamiento que lanzó Benedicto XVI en vísperas de la Jornada Mundial --del pasado 1 de diciembre-- contra el Sida.

Exhortó «a todas las personas de buena voluntad a multiplicar los esfuerzos para detener la difusión del virus HIV, para contrarrestar el despacio que frecuentemente golpea a los que los afectados y para atender a los enfermos, especialmente cuando aún son niños».

--¿Cómo se gestó «El Buen Samaritano»?


--Cardenal Javier Lozano Barragán: Preguntaron hace bastante tiempo a Juan Pablo II: «¿Qué está haciendo la Iglesia por los enfermos de Sida?». Entonces Juan Pablo II me dijo: «Encárguese usted de responder a ese interrogante». Existe un fondo mundial, el Fondo Global para combatir las enfermedades del Sida, la tuberculosis, la malaria; en aquella época su presidente era un católico, Thomas Thompson. Me dijo que promovían una campaña en todo el mundo, que contaban con unos 15 mil millones de dólares para resolver estos problemas, y propuso que nos ayudáramos recíprocamente. Me pareció adecuado. Dos años después -incluso se había cambiado ya de presidente-- me di cuenta de que el Fondo Global quería todo menos ayudar a la Iglesia católica.

Comprobé que el 27% de las instituciones que se dedican en todo el mundo a atender a los enfermos de Sida son católicas -con el dinero de la caridad--; el 44% pertenece a los gobiernos -instituciones financiadas con los impuestos--, el 11% a Organizaciones No Gubernamentales y un 8% a otras confesiones religiosas.

Las instituciones católicas forman, digamos, el principal «socio», pero no se quiere reconocer, entre otras cosas porque se dice que la Iglesia católica es «promotora» del Sida -una acusación banal- porque no permite el preservativo. Perdí el tiempo dos años detrás del Fondo Global. No conseguía absolutamente nada, a pesar de la buena voluntad de Thomson.

Después recibí otra propuesta: del «Leadership Fund», de parte de los EE. UU., que también se presentaba con unos 15 mil millones de dólares para ayudar a los enfermos de Sida en el mundo. Cuando acudí a Nueva York a ultimar las cosas constaté que se pretendía subordinar en cierta forma la Santa Sede a tal Fondo, no tanto para ayudar a los enfermos como para tener cierto control sobre ese 27% integrado por instituciones católicas. Fue una tergiversación de lo que se me había propuesto anteriormente. Ahí terminó todo.

Junto al cardenal Angelo Sodano, entonces secretario de Estado, me pregunté: si somos unos mil doscientos millones de católicos en el mundo, ¿por qué vamos mendigando ayudas donde no nos las quieren dar? ¿Por qué no fundamos una institución precisamente para ayudar a los enfermos de Sida más necesitados? Planteamos la idea a Juan Pablo II y la aprobó; surgió así «El Buen Samaritano» como Fundación. Y elegimos el nombre «El Buen Samaritano» porque es el que ayuda al enfermo más desprotegido, que es Cristo mismo en último término.

--¿La Fundación «El Buen Samaritano» canaliza toda la ayuda de la Iglesia por los enfermos del Sida?

--Cardenal Javier Lozano Barragán: En absoluto. La Fundación «El Buen Samaritano» promueve, orienta y coordina -hasta cierto punto-- las ayudas que se dan en toda la Iglesia y que brindan diversas organizaciones. Pensemos en el caso de Mozambique, donde está trabajando la Comunidad de San Egidio; allí no entramos. Actuamos donde nadie lo hace. Por eso animamos a las organizaciones de ayuda a los enfermos de Sida; les pedimos que se activen, incluso hasta hacer inoperante «El Buen Samaritano». Y si las organizaciones cubrieran todo, sería magnífico. Nuestra función es subsidiaria. Donde las instituciones no llegan, entonces sí entra la Santa Sede con la Fundación «El Buen Samaritano».

--¿Cómo concreta la Fundación sus objetivos? ¿Cómo detecta las necesidades más apremiantes?

--Cardenal Javier Lozano Barragán: Tenemos una forma peculiar para detectar las necesidades que existen en el mundo. Por un lado contamos con las estadísticas y conocemos los países que registran más enfermos de Sida y sus recursos, también de tipo gubernamental. Y así podemos dirigirnos a los países más pobres. En estos, nuestros interlocutores son los obispos, la Conferencia Episcopal. Les ofrecemos nuestra ayuda y nos confirman cuáles son las necesidades más apremiantes.

Puesto que tenemos pocos fondos, se deben administrar con mucha cautela. Cuando un obispo, por ejemplo, nos propone un caso concreto, le pedimos que se dirija al nuncio: éste debe aprobar la petición y ponerse en contacto con nosotros. Ello facilita mucho el proceso de ayuda; carecemos de burocracia. Los fondos los ingresamos en el «Instituto para las Obras de Religión», el I.O.R. [de la Santa Sede. NdR]. Los nuncios a su vez tienen sus fondos en el I.O.R. Si llega de Ghana la petición de una suma determinada, simplemente hacemos la transferencia de la cuenta de «El Buen Samaritano» a la del nuncio de Ghana. Basta con avisarle por teléfono de que se le ha enviado la suma para utilizarla en la necesidad que indicamos.

De igual forma, al carecer de una cantidad sustancial de fondos, nos dedicamos a suministrar antirretrovirales, o sea, medicinas. En alguna ocasión me han criticado diciendo que lo más importante es la prevención. Y estoy de acuerdo. Pero si, por ejemplo, encuentro a alguien muriéndose en la carretera, no le voy a leer el Código de la Circulación; lo que tengo que hacer es llevarle al hospital inmediatamente. Es lo que procuramos: atender al que está muriéndose; es la máxima prioridad. En el orden lógico, es prioritaria la prevención. En el orden real, es ayudar al que está en situación urgente. Y por eso nos centramos en los antirretrovirales. Si llegado un punto tenemos tales fondos que podemos hasta construir centros para enfermos de Sida, para los huérfanos, será estupendo; pero en este momento nuestros fondos no nos permiten llegar a esas necesidades.

--¿Qué aportaciones integran los fondos de «El Buen Samaritano»?

--Cardenal Javier Lozano Barragán: La fuente es toda la Iglesia católica; solicitamos a todos los países, a todos los episcopados, a todos los fieles, que nos ayuden. Y damos los datos necesarios para hacer llegar sus donativos.

Nosotros somos un puente. De acuerdo con el precio inferior que hemos podido conseguir de un laboratorio -cuyo nombre evito, por razones comerciales--, 217 dólares estadounidenses [unos 150 euros. NdR] por paciente al año, una persona nos hace llegar determinada suma a nuestra cuenta del I.O.R. o la transferimos ahí. Cuando recibimos una petición de determinado lugar --especialmente de África--, esa cantidad la enviamos para cubrir la necesidad específica a través del nuncio; la ayuda se convierte inmediatamente en medicina. El laboratorio del que hablé tienen filiales en muchísimas partes del mundo y el compromiso de darnos el tratamiento por paciente y año. En el lugar de que se trate enviamos a la persona que lo requiere al laboratorio designado o al punto farmacéutico correspondiente. Pedimos a los beneficiados el recibo y comprobamos el uso adecuado de los fondos.

--En líneas generales, ¿en qué se traducen los antirretrovirales para el enfermo?

--Cardenal Javier Lozano Barragán: En la prolongación de la vida. El nuncio en Ghana nos hablaba hace unos meses de un pequeño hospital donde había cincuenta muertos al mes; después de la ayuda de «El Buen Samaritano» con los antirretrovirales se registran solamente dos decesos al mes. Se potencian las defensas del organismo y se gana vida hasta donde el avance de la medicina lo permite.

--En lugar de una Jornada o de una Campaña especial de recogida de donativos, «El Buen Samaritano» sencillamente aprovecha el tiempo de Adviento y de Navidad para una sensibilización. Este año ha alertado especialmente del caso de los niños: ¿son los grandes olvidados del drama del Sida?

--Cardenal Javier Lozano Barragán: Nos estamos fijando en los enfermos de Sida más necesitados, y los más necesitados son los niños. Es tremenda la tragedia de los pequeños huérfanos o ya afectados por el Sida. Recientemente en Uganda, en Kilongo, en la frontera con Sudán, me reuní con una cantidad enorme de personas enfermas de Sida. El superior de la misión del hospital de Kilongo me presentó a cincuenta niños --todos de menos de diez años de edad, todos huérfanos del Sida-- para que les hablara, para infundirles confianza, para enviarles nosotros los medicamentos y que así puedan ir a la escuela y llevar una vida más o menos normal.

El problema de los huérfanos es horrible: los jóvenes padres de estas nuevas generaciones han muerto; ahora los niños pasan a la casa de los abuelos, y estos no tienen capacidad física ni emocional para mantenerlos en todas sus necesidades. No es raro encontrar en una familia diez o quince niños por lo menos. Y los abuelos renuncian a ocuparse más que de dos o tres. «¿Y los demás qué hacen?», pregunté; «¿a la selva?». Pues sí: como los animalitos, y ya se verá qué les sucede.

Estamos ante una tragedia inminente: hay cerca de dos millones y medio de niños huérfanos y afectados de Sida en África en este momento.

Los donativos que recibimos proceden de católicos; también se suman personas de buena voluntad. Tampoco nosotros preguntamos a un enfermo cuál es su credo para ayudarle.

No se trata de campañas con un plazo determinado. Igual que, desgraciadamente, no hay una fecha para contagiarse de Sida, tampoco hay una fecha para recibir ayudas. El contagio es crónico, permanente. Así que la ayuda también debería ser crónica, permanente.

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Formas de envío de donativos a la Fundación «El Buen Samaritano» en cualquier momento del año:

-- Cheque Bancario Internacional a nombre de: «Cardenal Javier Lozano Barragán, presidente de la Fundación El Buen Samaritano, Ciudad del Vaticano».

-- Transferencia bancaria a la cuenta corriente del «Instituto per le Opere di Religione - I.O.R.» de la Santa Sede a nombre de la «Fundación El Buen Samaritano, Ciudad del Vaticano»: cuenta nº 14825.008 (para donativos en euros); cuenta nº 14825.007 (para donativos en dólares estadounidenses).

La recepción, estudio y aprobación de proyectos de ayuda en este campo competen al Consejo de Administración de la Fundación «El Buen Samaritano», cuya sede está en el

Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud (http://www.healthpastoral.org/)

Palazzo S. Paolo

00120 Ciudad del Vaticano

Teléfono: +39.06.69883138

Fax: +39.06.6988.3139

E-mail: goodsamaritan@hlthwork.va ;
opersanit@hlthwork.va

Las oficinas está situadas en:

Via della Conciliazione, 3

00193 Roma

jueves, 14 de mayo de 2009

Ali Agca se quiere bautizar en la Plaza San Pedro
El hombre que atentó contra Juan Pablo II quiere convertirse al catolicismo
14 de mayo de 2009.-Mehmet Alí Agca, el hombre de nacionalidad turca que atentó contra Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, asegura ahora que se quiere convertir al catolicismo y ser bautizado en la plaza San Pedro del Vaticano, justo el lugar donde disparó al Papa. Agca hizo estas declaraciones a través de su abogado, Haci Ali Ozhan, que concedió una entrevista al diario italiano 'La Repubblica', publicada ayer,justo el día en que se cumplen 28 años exactos del atentado. "Quiero ser católico, bautizarme en la plaza San Pedro y proclamar mi nueva fe ante los medios de todo el mundo", reveló el sicario arrepentido, que todavía se halla encarcelado en Turquía por delitos cometidos en su país.

(RD / Agencias)Agca, que ha intentado tramitar la cuestión con algunos miembros de la Curia, aseguró que ha "reflexionado mucho". "Mi recorrido interior es largo. Querría acercarme a la religión católica. Yo creo en un Dios único". "En un mundo dominado por el odio y la violencia, se necesita que una institución global como la Iglesia católica predique paz, amor y fraternidad entre los pueblos", afirmó.

En cuanto a su opinión sobre el Papa polaco, le recordó como "el ser humano más respetable y de buen corazón del siglo XXI". "Quiero rendirle homenaje ante su tumba", añadió.

Además, Agca está dando "pasos" hacia delante para conseguir la ciudadanía portuguesa y poder irse a vivir a este país, donde se encuentra el Santuario de Fátima, que era "tan querido por Woytila". "El Papa Benedicto XVI ha explicado que el atentado que cometí constituía el tercer secreto (de Fátima). Por esta razón he elegido ir a Portugal", detalló.

Preguntado sobre quién le mandó asesinar al Papa Woytila, Agca se negó a responder. "No puedo decir nada", señaló. La cuestión sobre quién estuvo detrás del atentado sigue siendo un misterio hoy en día.

Mehmet Alí Agca, que ahora tiene 51 años, fue el autor material del atentado en el que Juan Pablo II resultó gravemente herido. Años más tarde, el Papa le visitó en la cárcel y le perdonó.

Después de cumplir su pena en Italia, que finalmente le concedió el indulto, Agca fue extraditado a Turquía, donde debía cumplir condena por delitos cometidos cuando militaba en la organización de extrema derecha Lobos Grises.

domingo, 22 de julio de 2012

Marco Fidel Rojas, exalcalde colombiano, se ha curado de párkinson invocando a Juan Pablo II y este milagro será estudiado para la canonización del Papa polaco

* La Conferencia Episcopal colombiana ha enviado este caso a la Causa de los Santos en Roma. Marco Fidel Rojas enfermó en 2005, rezó al Papa en 2010 y ahora muestra el certificado del prestigioso neurólogo Antonio Schlesinger Piedrahita confirmando su curación
* “Tengo un amigo en el mas allá. Y tuvo Párkinson. ¿Por qué no lo había invocado antes? Venerable padre Juan Pablo II: venga y sáneme, ponga sus manos en mi cabeza… Sí, Juan Pablo II me hizo el milagro de curarme”
22 de julio de 2012.- (José Alberto Mojica Patiño / El Tiempo / Camino Católico) No. Las manos de Marco Fidel Rojas ya no le tiemblan. Mueve sus dedos, como tocando piano, y cuenta que así le saltaban cuando padecía Párkinson. Hoy, sus manos y todo su cuerpo son firmes. Camina perfectamente, sin los tumbos que lo desplomaban a cada rato. Toma un lapicero y escribe su nombre sin problema. Levanta la taza de café con una sola mano. su testimonio en el reportaje escriyo y en el vídeo que encabeza esta información. Leer más...

viernes, 25 de abril de 2014

Papa Francisco a los polacos: «Juan Pablo II “se dio todo a todos”… Nos inspira su total confiarse en Cristo, Redentor del hombre, y en la Madre de Dios»

Agradezco al pueblo polaco y a la Iglesia de Polonia por el don de Juan Pablo II. Todos fuimos enriquecidos por este don. Juan Pablo II continúa a inspirarnos. Nos inspiran sus palabras, sus escritos, sus gestos, su estilo de servicio. Nos inspira su sufrimiento vivido con esperanza heroica

jueves, 25 de abril de 2013

David Alexander Kinabo escuchó a Juan Pablo II en Tanzania y desertó del ejército para ser misionero y sacerdote

“El amor que empuja para evangelizar el mensaje que hemos recibido, es el amor de Dios que te lleva a los confines de la tierra”
25 de abril de 2013.- (ACI / Camino Católico) Cuando el Beato Juan Pablo II visitó Tanzania en los años 90 “yo estaba haciendo el servicio militar obligatorio, me escapé del campo y por una pequeña radio escuché todo su mensaje y eso me tocó”, relata el sacerdote africano, David Alexander Kinabo, que actualmente es misionero en Italia. El Padre Kinabo natural de Tanzania señala que “a pesar que no estaba en el seminario, tenía el deseo de convertirme en misionero y ser sacerdote y luego que lo escuché (Juan Pablo II), envié una carta a los Misioneros de la Preciosa Sangre, fundada por San Gaspar del Búfalo”. Leer más...

jueves, 12 de enero de 2023

Roberta Vinerba: «Era feminista, anticlerical, odiaba a los sacerdotes y a Juan Pablo II, pero un cura me dijo ‘Dios te ama’ y el Señor tomó mi corazón, me cambió y soy monja»

 


* «Para mí Juan Pablo II era insoportable (…) Lo odiaba, lo odiaba. Tal vez lo descubrí en la noche de Tor Vergata del jubileo de 2000. Tal vez allí tuvo lugar la entrega total a este hombre. Esa noche, esa voz. Y yo era de los que se quedaba atrás, estaba con los muchachos. Juan Pablo II tenía una voz que ya te hablaba por sí sola. Cuando dijo: ‘Veo en vosotros los centinelas de la mañana de este amanecer del nuevo milenio, porque no os inclinaréis -ahora estoy conmovida-, no os inclinaréis ante los que no protegen la vida, repudiaréis la guerra, cuidaréis la dignidad de la persona’. Esto me tocó profundamente. Le dio rostro a toda la búsqueda que había hecho en mi vida»

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domingo, 12 de junio de 2011

El Espíritu, por Juan Pablo II: Así explicaba el reciente Beato los dones del Paráclito


12 de junio de 2011.- Este domingo, la Iglesia celebra el primer Pentecostés con Juan Pablo II en los altares. Él fue uno de los primeros en hablar de nueva evangelización, y resaltó la primacía del Espíritu Santo en la labor apostólica de la Iglesia. Por eso, son tan iluminadoras sus palabras sobre la acción del Paráclito en los fieles. A lo largo de su pontificado, el Beato Juan Pablo II explicó de esta manera los siete dones que el Espíritu suscita, cómo y cuándo quiere, en quien se muestra abierto a su influencia. Leer más...

sábado, 22 de octubre de 2011

La mexicana Sara Guadalupe Fuentes García curada milagrosamente de un tumor de garganta por intercesión del beato Juan Pablo II

Ella comenzó a orar intensamente días antes que llegaran a México las reliquias del Papa peregrino y colocaba una imagen del Papa en su pecho y su garganta, para pedir que intercediera por ella

El pólipo desapareció de forma repentina antes de ser operada

22 de octubre de 2011.- (Camino Católico) Cuando iba a iniciarse la visita de las reliquias del beato Juan Pablo II a México una familia de Mérida, Arquidiócesisde Yucatán, recibió la bendición de lo que califican como un milagro. En una semana, Sara Guadalupe Fuentes García sanó de un pólipo o tumor que obstruía el 80 por ciento de su garganta y requería de una cirugía urgente, al pedir con fe la intercesión del beato Juan Pablo II para recuperar su salud.

En los próximos días se iniciará el estudio de este milagro según ha confirmado el P. Jorge Oscar Herrera Vargas, portavoz de la Arquidiócesis de Yucatán, quien informó que será un juzgado eclesiástico del Estado el que se encargará de reunir los documentos que serán enviados al representante del Vaticano, Monseñor Slawomir Oder, postulador de la canonización del Papa Wojtyla, para que determine si formará parte de la propuesta de canonización. La razón para hacer el estudio del milagro es que elcaso está documentado desde el diagnóstico hasta el resultado. Leer más y ver vídeo...

domingo, 27 de abril de 2014

Floribeth Mora cuenta con detalles el milagro de san Juan Pablo II que la sanó de un aneurisma cerebral inoperable

Camino Católico.-  Floribeth Mora cuenta en el Vaticano todos los detalles de su enfermedad y cómo Juan Pablo II la sanó. En un día de primavera, Mora estaba en su cama esperando morir de un aneurisma cerebral inoperable, cuando miró una fotografía del papa Juan Pablo II en un periódico. «Levántate, no tengas miedo», le habría dicho el pontífice a Mora, recuerda ella.
Mora, de 50 años dejó sus estudios de leyes, que había iniciado recientemente, y gran parte de su trabajo para dedicarse por completo a su papel como símbolo de la fe en Costa Rica.  

viernes, 20 de mayo de 2011

Juan Pablo II veneró una imagen de la Virgen proveniente de Medjugorje que lloraba sangre

20 de mayo de 2011.- El Papa Juan Pablo II veneró una imagen de la Virgen de Civitavecchia, una estatua de yeso proveniente de Medjugorje que supuestamente había llorado sangre en 14 ocasiones. Lo asegura en el libro "La Madonnina de Civitavecchia. La verdadera historia de un doloroso drama de amor" monseñor Girolamo Grillo, obispo emérito de esta diócesis a 50 kilómetros de Roma. Dice que el secretario personal del Papa, Stanislaw Dziwisz, le llamó para que acudiera al Vaticano con la estatua. Era el 9 de junio de 1995, tres meses después de que el obispo viera con sus propios ojos el extraordinario llanto de la estatua.

"Estuvimos rezando largo rato. Durante la cena, el Papa me pidió que le contase lo sucedido. Empecé a explicárselo pero paré porque me di cuenta de que él sabía más que yo. Me quedé impresionado. Después habló sobre el significado de este llanto. Después de cenar me ordenó que mantuviese esto en silencio y que un día, yo debía contar al mundo que Juan Pablo II había venerado la imagen de Virgencita de Civitavecchia. Le pregunté cuándo y me dijo que me daría cuenta yo sólo", dice monseñor Grillo . Leer más y ver vídeo....

lunes, 24 de marzo de 2008

Benedicto XVI celebrará Misa por tercer aniversario de la muerte de Juan Pablo II

Para ver el video haga click sobre la imagen


VATICANO, (ACI).- La Oficina de Celebraciones Litúrgicas informó que el miércoles 2 de abril a las 10:30 horas, el Papa Benedicto XVI presidirá en el Atrio de la Basílica Vaticana, la Santa Misa por el tercer aniversario de la muerte del Siervo de Dios Juan Pablo II.

Karol Józef Wojtyla nació en Wadowice, Polonia, el 18 de mayo de 1920. Su muerte se produjo a las 21:37 horas de Italia del 2 de abril de 2005 debido a una septicemia y a un colapso cardiopulmonar irreversible, agravado por el Parkinson. Tenía casi 85 años. En su agonía, le dictó a su secretario, Stanisław Dziwisz, una carta en la que decía: "Soy feliz, séanlo también ustedes".

Fue el primer Papa no italiano desde Adriano VI en 1522. Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la
Iglesia Católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años) y el de Pío IX (31 años).

El 13 de mayo de 2005, el
Cardenal Camillo Ruini, Vicario para la ciudad de Roma, dio formalmente por iniciado el proceso de beatificación de Juan Pablo II; para ello, Benedicto XVI concedió dispensa del plazo de cinco años de espera tras la muerte del candidato para iniciar el proceso de beatificación.

Hace un año, el 2 de abril de 2007, concluyó la fase diocesana del proceso de beatificación, reuniéndose todos los testimonios sobre su
vida y se reveló que hay un presunto milagro atribuido a su intercesión. La religiosa francesa Marie Simon Pierre, dice haber sido curada por intercesión del Pontífice de la enfermedad de Parkinson.

lunes, 29 de marzo de 2010

Se cura milagrosamente Gianni, el peluquero comunista de Juan Pablo II

29 de marzo de 2010.- Gianni trabaja en una peluquería de Roma desde hace más de 50 años. Por sus manos han pasado miles de clientes, entre ellos un futuro santo, Juan Pablo II, a quien reconoció como un cliente suyo cuando salió al balcón de la plaza de San Pedro por primera vez al ser presentado como pontifice. Gianni, una vez muerto Juan Pablo II, pidió por su intercesión la curación fisica de una enfermedad, lo que ha sucedido ante la sorpresa de los propios médicos. Ver vídeo...

miércoles, 30 de enero de 2008

Papa: quien está lejos de Dios está lejos de sí mismo



Benedicto XVI: Fe y razón en san Agustín de Hipona

Intervención en la audiencia general


Publicamos la intervención de Benedicto XVI durante la audiencia general de este miércoles, la tercera que dedica a la figura de san Agustín de Hipona.

* * *


Queridos amigos:

Tras la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos volvemos hoy a retomar la gran figura de san Agustín. Mi querido predecesor Juan Pablo II le dedicó, en 1986, es decir, en el décimo sexto centenario de su conversión, un largo y denso documento, la carta apostólica Augustinum Hipponensem. El mismo Papa quiso definir este texto como «una acción de gracias a Dios por el don que hizo a la Iglesia, y mediante ella a la humanidad entera, gracias a aquella admirable conversión». (Augustinum Hipponensem, 1). Quisiera afrontar el tema de la conversión en una próxima audiencia. Es un tema fundamental no sólo para su vida personal, sino también para la nuestra. El Evangelio del domingo pasado el Señor mismo resumió su predicación con la palabra: «Convertíos». Siguiendo el camino de san Agustín, podremos meditar sobre qué es esta conversión: es algo definitivo, decisivo, pero la decisión fundamental debe desarrollarse, debe realizarse en toda nuestra vida.

La catequesis de hoy está dedicada, por el contrario, al tema fe y razón, que es un tema determinante, o mejor, el tema determinante de la biografía de san Agustín. De niño había aprendido de su madre, Mónica, la fe católica. Pero siendo adolescente había abandonado esta fe porque ya no lograba ver su razonabilidad y no quería una religión que no fuera expresión de la razón, e decir, de la verdad. Su sed de verdad era radical y le llevó a alejarse de la fe católica. Pero su radicalidad era tal que no podía contentarse con filosofías que no llegaran a la misma verdad, que no llegaran hasta Dios. Y a un Dios que no fuera sólo una hipótesis última cosmológica, sino que fuera el verdadero Dios, el Dios que da la vida y que entra en nuestra misma vida. De este modo, todo el itinerario intelectual y espiritual de san Agustín constituye un modelo válido también hoy en la relación entre fe y razón, tema no sólo para hombres creyentes, sino para todo hombre que busca la verdad, tema central para el equilibrio y el destino de todo ser humano.

Estas dos dimensiones, fe y razón, no deben separarse ni contraponerse, sino que deben estar siempre unidas. Como escribió Agustín tras su conversión, fe y razón son «las fuerzas que nos llevan a conocer» (Contra Academicos, III, 20, 43). En este sentido, siguen siendo famosas sus dos fórmulas (Sermones, 43, 9) con las que expresa esta síntesis coherente entre fe y razón: crede ut intelligas («cree para comprender») --creer abre el camino para cruzar la puerta de la verdad--, pero también y de manera inseparable, intellige ut credas («comprende para creer»), escruta la verdad para poder encontrar a Dios y creer.

Las dos afirmaciones de Agustín manifiestan con eficacia y profundidad la síntesis de este problema, en el que la Iglesia católica ve su camino manifestado. Históricamente esta síntesis se fue formando, ya antes de la venida de Cristo, en el encuentro entre la fe judía y el pensamiento griego en el judaísmo helénico. Sucesivamente en la historia esta síntesis fue retomada y desarrollada por muchos pensadores cristianos. La armonía entre fe y razón significa sobre todo que Dios no está lejos: no está lejos de nuestra razón, de nuestra vida; está cerca de todo ser humano, cerca de nuestro corazón y de nuestra razón, si realmente nos ponemos en camino.

Precisamente esta cercanía de Dios al hombre fue experimentada con extraordinaria intensidad por Agustín. La presencia de Dios en el hombre es profunda y al mismo tiempo misteriosa, pero puede reconocerse y descubrirse en la propia intimidad: no hay que salir afuera --afirma el convertido--, «vuelve sobre ti mismo. La verdad habita en el hombre interior. Y si encuentras que su naturaleza es mutable, trasciéndete a ti mismo. Pero recuerda al hacerlo así que trasciendes un alma que razona. Así pues, dirígete allí donde se enciende la luz misma de la razón» (De vera religione, 39, 72). Él mismo subraya en una afirmación famosísima del inicio de las Confesiones, autobiografía espiritual escrita en alabanza de Dios: «Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti» (I, 1, 1).

La lejanía de Dios equivale, por tanto, a la lejanía de sí mismos. «Porque tú --reconoce Agustín (Confesiones, III, 6, 11)-- estabas dentro de mí, más interior que lo más íntimo mío y más elevado que lo más sumo mío», interior intimo meo et superior summo meo; hasta el punto de que, en otro pasaje, recordando el tiempo precedente a su conversión, añade: «Tú estabas, ciertamente, delante de mí, mas yo me había apartado de mí mismo y no me encontraba» (Confesiones, V, 2, 2). Precisamente porque Agustín vivió en primera persona este itinerario intelectual y espiritual, supo presentarlo en sus obras con tanta cercanía, profundidad y sabiduría, reconociendo en otros dos famosos pasajes de las Confesiones (IV, 4, 9 y 14, 22) que el hombre es «un gran enigma» (magna quaestio) y «un gran abismo» (grande profundum), enigma y abismo que sólo ilumina y colma Cristo. Esto es importante: quien está lejos de Dios también está lejos de sí mismo, alienado de sí mismo, y sólo puede encontrarse a sí mismo si se encuentra con Dios. De este modo logra llegar a su verdadero yo, su verdadera identidad.

El ser humano, subraya después Agustín en el De civitate Dei (XII, 27), es sociable por naturaleza pero antisociable por vicio, y es salvado por Cristo, único mediador entre Dios y la humanidad, y «camino universal de la libertad y de la salvación», como ha repetido mi predecesor Juan Pablo II (Augustinum Hipponensem, 21): fuera de este camino, que nunca le ha faltado al género humano, sigue afirmando Agustín en esa misma obra, «nadie ha sido liberado nunca, nadie es liberado, nadie será liberado» (De civitate Dei, X, 32, 2). Como único mediador de la salvación, Cristo es cabeza de la Iglesia y está unido místicamente a ella de modo que Agustín afirma: «Nos hemos convertido en Cristo. De hecho, si él es la cabeza, nosotros somos sus miembros, el hombre total es él y nosotros» (In Iohannis evangelium tractatus, 21, 8).

Pueblo de Dios y casa de Dios, la Iglesia, según la visión de Agustín, está por tanto ligada íntimamente al concepto de Cuerpo de Cristo, fundamentada en la relectura cristológica del Antiguo Testamento y en la vida sacramental centrada en la Eucaristía, en la que el Señor nos da su Cuerpo y nos transforma en su Cuerpo. Por tanto es fundamental que la Iglesia, pueblo de Dios, en sentido cristológico y no en sentido sociológico, esté verdaderamente integrada en Cristo, quien, según afirma Agustín en una página hermosísima, «reza por nosotros, reza en nosotros, es rezado por nosotros como nuestro Dios: reconocemos por tanto en él nuestra voz y nosotros en él la suya» (Enarrationes in Psalmos, 85, 1).

En la conclusión de la carta apostólica Augustinum Hipponensem Juan Pablo II quiso preguntar al mismo santo qué podía decir a los hombres de hoy y responde sobre todo con las palabras que Agustín confió en una carta dictada poco después de su conversión: «Me parece que se debe llevar a los hombres a la esperanza de encontrar la verdad» (Epistulae, 1, 1); esa verdad que es Cristo, Dios verdadero, a quien se dirige una de las oraciones más hermosas y famosas de las Confesiones (X, 27, 38): «¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y he aquí que tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no lo estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no serían. Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y respiré, y suspiro por ti; gusté de ti, y siento hambre y sed, me tocaste, y abraséme en tu paz».

De este modo Agustín encontró a Dios y durante toda su vida hizo su experiencia hasta el punto de que esta realidad --que es ante todo el encuentro con una Persona, Jesús--cambió su vida, como cambia la de cuantos, hombres y mujeres, en todo tiempo, tienen la gracia de encontrarse con él. Pidamos al Señor que nos dé esta gracia y nos haga encontrar así su paz.

[Al final de la audiencia, el Papa saludó en varios idiomas. En español, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:


La catequesis de hoy trata algunos aspectos del inmenso legado de San Agustín, reconocido por la Iglesia como uno de sus maestros más autorizados, como lo puso de manifiesto el Papa Juan Pablo II en la Carta Apostólica dedicada al Santo en la conmemoración de su conversión, siendo, además, un Padre de la Iglesia muy apreciado también por mí. El itinerario intelectual y espiritual de Agustín representa un modelo de la relación armónica que debe existir entre la fe y la razón. Esta armonía significa ante todo que Dios está cerca de todo ser humano, cerca de su corazón y de su razón. Esta presencia misteriosa de Dios puede ser reconocida en el interior del hombre, porque, como decía Agustín con una expresión muy conocida: «Nos has hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti». El hombre, añade el Santo, es un grande enigma y un abismo que sólo Cristo es capaz de iluminar y colmar. Además, en cuanto único mediador de la salvación, Cristo es cabeza de la Iglesia, y está unido místicamente a ella. Ante la pregunta ¿qué es lo que san Agustín puede decir al hombre de hoy?, se podría contestar con estas palabras de una carta escrita después de su conversión: «Me parece que se debe llevar a los hombres a la esperanza de encontrar la verdad»; esa verdad que es Cristo mismo.

Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española. En particular, a los distintos grupos de estudiantes y peregrinos venidos de Argentina, Chile, España y de otros países latinoamericanos. Siguiendo el ejemplo y las enseñanzas de san Agustín, os animo a buscar a Cristo con todas las fuerzas, para encontrar en Él la verdad de vuestras vidas. ¡Muchas gracias!


[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

© Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

lunes, 17 de marzo de 2008

Carta de Benedicto XVI en el funeral de Chiara Lubich / Autor: Benedicto XVi

Da gracias a Dios por el don de la fundadora de los Focolares

Publicamos la carta que ha enviado Benedicto XVI al cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, durante los funerales de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares (Obra de María), celebrado en la tarde de este martes, en la basílica de San Pablo Extramuros.

Al señor cardenal Tarcisio Bertone,
secretario de Estado


Participo espiritualmente en la solemne liturgia con la que la comunidad cristiana acompaña a Chiara Lubich en su despedida de esta tierra para entrar en el seno del Padre celestial. Renuevo con afecto mi profundo pésame a los responsables de toda la Obra de María - Movimiento de los Focolares, así como a quienes han colaborado con esta generosa testigo de Cristo, que se ha entregado sin reservas por la difusión del mensaje evangélico en todo ámbito de la sociedad contemporánea, siempre atenta a los «signos de los tiempos».

Hay muchos motivos para dar gracias al Señor por el don que ha hecho a la Iglesia en esta mujer de fe intrépida, mansa mensajera de esperanza y de paz, fundadora de una gran familia espiritual que abarca campos múltiples de evangelización.

Sobre todo quisiera dar gracias a Dios por el servicio que Chiara ha ofrecido a la Iglesia: un servicio silencioso e incisivo, siempre en sintonía con el magisterio de la Iglesia: «Los Papas --decía-- siempre nos han comprendido». Esto porque Chiara y la Obra de María siempre han tratado de responder con dócil fidelidad a cada uno de sus llamamientos y deseos.

El vínculo ininterrumpido con mis venerados predecesores, desde el siervo de Dios Pío XII y el beato Juan XXIII a los siervos de Dios Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, es un testimonio concreto. El pensamiento del Papa era para ella una guía segura de orientación. Es más, al ver las iniciativas que ha suscitado, se podría incluso afirmar que tenía casi la profética capacidad de intuirlo y de actuarlo de manera anticipada.

Su herencia pasa ahora a su familia espiritual: que la Virgen María, modelo constante de referencia para Chiara, ayude a cada focolarino y focolarina a seguir por el mismo camino, contribuyendo a hacer que la Iglesia sea cada vez más casa y escuela de comunión, como escribió el querido Juan Pablo II tras el Jubileo del Año 2000.

Que el Dios de la esperanza acoja el alma de nuestra hermana, consuele y apoye el compromiso de quienes recogen su testamento espiritual. Por esta intención, aseguro un recuerdo particular en la oración, mientras envío a todos los presentes en el rito sagrado la bendición apostólica.

Vaticano, 18 de marzo de 2008

Benedictus PP XVI


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[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

lunes, 30 de octubre de 2023

Karol II. El Papa, el hombre / Miniserie de TV de 2006 sobre el pontificado de San Juan Pablo II


Karol II. El Papa, el hombre” es la segunda parte de  “Karol, el hombre que se convirtió en Papa”, que puede verse AQUÍ.
La película sigue la historia íntima de Karol Wojtyla, desde el inicio de su pontificado en 1978, hasta su muerte en 2005. En este periodo san Juan Pablo II se convirtió en el Papa más importante de la historia moderna cuyo papel fue clave para preservar la paz en los distintos acontecimientos sociales que lo acompañaron, como la caída del comunismo o los incipientes conflictos en Medio Oriente. A pesar del atentado que intentó silenciarlo, siempre mostró su entereza y su increíble capacidad para pedir perdón. Karol II es, además, un fiel testimonio de la voluntad de un hombre en su lucha por la convivencia entre las distintas religiones del mundo, en combatir la causa de los desamparados y en permanecer valerosamente al frente de la Iglesia, a pesar de las enfermedades que mermaron su salud en los últimos años de su vida.
Director: Giacomo Battiato
Reparto: Piotr Adamczyk, Dariusz Kwasnik, Michele Placido, Alberto Cracco, Adriana Asti, Raoul Bova, Leslie Hope, Alkis Zanis, Carlos Kaniowsky, Fabrice Scott

domingo, 25 de noviembre de 2007

La “CHRISTIFIDELIS LAICI” de Juan Pablo II / Autor: Hº Jaime Ruiz Castro CM


La exhortación Apostólica del 30 de Diciembre de 1988 nace como fruto del Sínodo de 1987 sobre los laicos, sitúa a los laicos como trabajadores de la Viña del Señor y su misión en este mundo secularizado trabajando en comunión y con corresponsabilidad con los clérigos para anunciar a Cristo en todos los ámbitos de la sociedad.

La exhortación especial a los movimientos laicales que se congregan a modo de comunidad para desarrollar su misión como laicos en esta sociedad.

Características de las nuevas asociaciones y criterios de eclesialidad

– Laicales: La pertenencia al movimiento no se da en virtud de un estado religioso propio (como se da en las órdenes) o por medio de un sacramento (como el presbiterado) sino que sus miembros son laicos, partícipes de la misión de Cristo por el bautismo. De allí la índole secular, propia de estas nuevas comunidades.

– Comunitarias: También los cristianos consagrados y ordenados pueden ser miembros de estas nuevas realidades eclesiales porque, aunque la nota secular es propia de los laicos, no lo es exclusivamente; se trata de una dimensión de toda la Iglesia. Esto enriquece y promueve la comunión eclesial recreando los vínculos y las relaciones entre sus miembros.

– Misioneras: Como carismas al servicio de la Iglesia, los nuevos movimientos participan del llamado a la evangelización (Christifideles laici, 29).

– Ecuménicas: Trabajan por la unidad, sobretodo desde la oración común interconfesional y el ecumenismo de la vida, implicándose en acciones en favor del hombre y la sociedad. Algunas asociaciones explicitan su preocupación ecuménica en los programas y estatutos.

Al hablar de criterios de eclesialidad nos referimos al reconocimiento por parte de la autoridad eclesiástica. No entraremos en el debate sobre la necesidad de una "autentificación oficial" y sobre quién deba ejercer ese derecho; simplemente recogemos aportes y opiniones de teólogos y representantes jerárquicos al respecto. M. González Muñana entiende que el discernimiento corresponde hacerlo a toda la Iglesia, por ser templo del Espíritu, pero reconoce que es tarea propia del ministerio apostólico, que debe emitir un juicio decisorio, tanto sobre la autenticidad como sobre el ejercicio de los carismas. Para el cardenal C. Martini, este discernimiento significa no sólo "evaluación y juicio, sino también acompañamiento con miras a una inserción cordial y orgánica en el conjunto de la actividad formativa y misionera de la Iglesia, y requiere un cierto tiempo y buena voluntad recíproca".

La exhortación apostólica Christifideles laici, en el contexto del capítulo II titulado "La participación de los fieles laicos en la vida de la Iglesia-Comunión", da una serie de criterios fundamentales para el reconocimiento y discernimiento de todo tipo de asociaciones laicales de fieles: el primado que se da a la vocación de cada cristiano a la santidad; la responsabilidad de confesar la fe católica; el testimonio de una comunión firme y convencida con el papa y el obispo, y las demás formas de apostolado en la Iglesia; la conformidad y la participación en el fin apostólico de la Iglesia; el comprometerse en una presencia en la sociedad humana al servicio de la dignidad integral del hombre (Christifideles laici, 30).
Los movimientos en el decir magisterial

El magisterio referido a los nuevos movimientos está casi exclusivamente ligado a la figura de Juan Pablo II. Sólo últimamente (1999) el tema fue tratado por algunos obispos, respondiendo a una invitación del Consejo Pontificio para los Laicos.

En 1981 se realizó un primer congreso internacional de movimientos en Roma, donde el Papa señaló que "la Iglesia misma es un movimiento". Un segundo encuentro se desarrolló en el "87; en esta ocasión Juan Pablo II afirmó que: "El gran florecimiento de estos movimientos y las manifestaciones de energía y de vitalidad eclesial que los caracterizan han de considerarse ciertamente como uno de los frutos más bellos de la amplia y profunda renovación espiritual, promovida por el último concilio".

En la exhortación apostólica Christifideles Laici sigue esta línea de reconocimiento al decir que "en estos últimos años, el fenómeno asociativo laical se ha caracterizado por una particular variedad y vivacidad" (29). Tras reconocer que el asociacionismo laical es una constante en la historia de la Iglesia señalará que, sin embargo, hoy se observa un nuevo impulso haciendo surgir y difundirse múltiples formas nuevas.

En la Vigilia de Pentecostés de 1996 confirma esta línea de reconocimiento de la realidad asociativa en surgimiento, y solicita la organización de un encuentro de todos los movimientos con el Papa durante la vigilia de Pentecostés de 1998, en el marco de la celebración del Jubileo en el año dedicado al Espíritu Santo. Este acontecimiento, de connotaciones profundas y sugerentes, ha supuesto una especie de reconocimiento por parte del pontífice.

En los años siguientes los movimientos se reunieron para dar continuidad a lo vivido en el 98. Tales encuentros fueron: en Speyer en 1999, en Madrid en el 2000 y en el 2001 para pensar la programación pastoral en los inicios del nuevo milenio a la luz de la Carta Apostólica Novo Milennio Ineunte.

Los movimientos han sido acompañados y alentados llamativamente por Juan Pablo II. Como la realidad misma de estas nuevos grupos, también la posición del Papa frente a esta realidad ha generado actitudes diversas. Hay quienes entienden con él que son los protagonistas de la nueva evangelización a la que el Papa impulsa. Otros, en cambio, los han señalado, tomando una imagen medieval, como los "ejércitos del Papa", de los que se sirve para instaurar un "proceso de restauración" de clara línea "conservadora" en la Iglesia.

Riesgos y límites

No podemos negar las tensiones y conflictos que el surgimiento de los nuevos movimientos ha ocasionado en la Iglesia. Estos son apasionadamente defendidos por unos, y criticados por otros. Todos son conscientes de las incomprensiones. Aún se está ensayando un diálogo de encuentro y clarificación. M. González Muñana señala que "hay que dar tiempo al tiempo, ante un fenómeno que por su muy corta historia no es fácil adoptar posicionamientos definitivos e inalterables". Los mismos fundadores de los movimientos han leído esta realidad como un proceso de crecimiento y madurez. En expresión de L. Giussani –fundador de Comunión y Liberación–, sucede "como cuando en una casa nace un niño no esperado, no previsto, que forzosamente es un desbarajuste para toda la organización familiar", o como la presencia de un adolescente en casa, que crea problemas porque aporta la novedad de una nueva personalidad en la familia, en el decir de Andrea Riccardi –iniciador de la Comunidad de San Egidio.

Sobre todo en el contexto europeo la mayoría de los nuevos miembros de estas asociaciones no tienen vinculación previa al cuerpo eclesial. De aquí la fascinación de estas realidades que se abren al encuentro con personas que quizá nunca hubiesen tomado contacto con la Iglesia si no es por el modo nuevo que les ofrecen los movimientos. Pero de aquí mismo también su límite, pues para ellos el movimiento se convierte en su única experiencia eclesial. Esto puede resultar en la absolutización del modo propio de ser y considerarse Iglesia y convertirse en riesgo de sectarismo y narcisismo.

El resurgir de la experiencia comunitaria puede degenerar en comunitarismo; esto es, desequilibrio en la relación entre personalización y comunitariedad. En algunos casos se advierte el peligro de llegar a la dictadura del grupo o la del líder, y con ella la consiguiente anulación de los individuos, lo que sucede cuando estos quedan limitados en su libertad por el exceso de control, o cuando es suplantada su personalidad por la del grupo.

Por tratarse de experiencias trasladadas de lugar a lugar, el arraigo local y el diálogo con la cultura se observa deficiente. Muchas veces la sensibilidad popular se resiste a una forma "importada" que parece imponerse, más que iluminar la realidad del propio lugar. Al mismo tiempo este límite, en su carga positiva y bien planteado, puede leerse como desafío a integrar experiencias diversas, convirtiéndose así en riqueza para todos.

A las dificultades señaladas, se suma el conflicto de la vinculación con la Iglesia local y las parroquias. Este es, quizás, uno de los puntos neurálgicos en el tema de los movimientos porque refiere a la tensión Iglesia universal-Iglesia local, y conlleva entonces una determinada visión eclesiológica. No nos es posible desarrollar aquí el tema, pero daremos brevemente algunas pistas sobre el estado de la cuestión.

Algunos han señalado que los movimientos podrían tener la tentación de saltar sobre la Iglesia local, dada su dimensión internacional y su visión universalista. Aquí la pregunta es: ¿qué significa una dimensión internacional? ¿qué visión universalista eclesial es válida, si ignora la realidad local? ¿dónde está la Iglesia universal si no en la Iglesia de cada lugar? Hay quienes entienden estas nuevas formas eclesiales como realidades supradiocesanas y legitiman la apelación directa al Papa, en cuanto impulsor de los movimientos. Una posición más dialogal invita a considerar los nuevos movimientos como instancias transdiocesanas en la organización eclesial, que si bien no dependen directamente de la realidad local, han de actuarse en íntima vinculación con la Iglesia en tal lugar. Podemos considerar los nuevos movimientos como un signo de profecía en la Iglesia y para las iglesias. Pero no basta que se integren genéricamente a la misión de la Iglesia, pues sería una abstracción pasar al nivel de la Iglesia universal si no es desde y en la iglesia local.

La pregunta sobre la relación de los movimientos con la Iglesia local deriva enseguida en la cuestión parroquial. Para algunos la parroquia carece, en estos últimos tiempos, de la dinámica vital para expresar con nitidez y transparencia la pertenencia eclesial. Descreídos de la capacidad para ser una auténtica comunidad, estiman que debería ser suplantada o complementada por estructuras alternativas (movimientos y asociaciones). Sin embargo, sin negar la crisis por la que atraviesan las parroquias, otros afirman que es el lugar fundamental de pertenencia e inserción eclesial. Señalan entonces que el ámbito parroquial es insustituible, pero no excluyente; y que debe co-existir con otras realidades eclesiales.

Estamos de acuerdo y confirmamos la importancia y necesidad de todas las formas de vida eclesial, pero señalamos aún la dificultad de armonizarlas en comunión. Hoy todavía no queda claro el modo como estas vinculaciones se desarrollan y realizan en la Iglesia. Es preciso ensayar propuestas de solución en la articulación de los movimientos en la Iglesia local y señalar actitudes y comportamientos a poner en práctica en la convivencia de las asociaciones con las parroquias en la comunidad diocesana.

Esta nueva realidad eclesial, como son los movimientos, nos remite y sitúa en la etapa post-conciliar. Y nos confirma que aún estamos transitando las líneas eclesiológicas inicialmente. El surgimiento de grupos y comunidades laicales concreta en cierto sentido la nueva orientación teológica sobre el lugar del laico en la Iglesia, la conciencia de su vocación y misión y el reconocimiento de la universal llamada a la santidad. Habrá que verificar también con el Concilio la recuperación de la importancia de la Iglesia local y su valor, para que la universalidad no signifique centralización sino verdaderamente catolicidad, es decir, comunión de todos.