* «Fui detenido y el arresto me ayudó porque me asustó y Fue un punto de inflexión para mí y lo tomé como una lección que Dios me estaba dando… Hay una solución para tu vida y Cristo es esa solución»
Dios es Amor.Hacernos participes de ese Amor no es una cuestión menor. Se necesita tiempo de escucha y de silencio interior.Sólo una escucha diaria y comprometida nos irá conduciendo en nuestro crecimiento personal en el Amor de Dios. Por eso este blog, sencillamente quiere compartir nuestra experiencia cotidiana de escucha de la voluntad de Dios para cada momento de la vida y de aquellos hechos que nos preocupan, conmueven y nos hacen clamar a Dios por mediación de Jesucristo, el Señor.
La predicación se centra en que la misión debe ser precedida de la oración por qué debemos conocer antes de actuar lo que Dios nos pide para cumplir su voluntad, teniendo en cuenta que como dice Jesús en el evangelio: “Sin mí no podéis hacer nada”. El padre Jacques Philippe considera que la oración es la primera misión de todo cristiano y que hay muchas personas que no pueden evangelizar por sus limitaciones pero que sí pueden tener como misión la oración de intercesión por el mundo entero.
Toño Flores es un católico mexicano, autor de un librito-testimonio estremecedor titulado ¿Perdonarías al asesino de tu hijo? Escucharlo hablar, ver su sonrisa y voz tranquila, abre el corazón al poder del perdón.
Video del testimonio de sor Fabiola en el Rosario de las 11 pm
A.L.M. / Camino Católico.- La hermana Fabiola es Misionera Clarisa del Santísimo Sacramento y explica en su testimonio en el Rosario de las 11 pm como el Señor la llamó a la vocación después que ella abandonara la fe porque no entendía como si Dios es tan bueno y poderoso por qué no erradica el mal del mundo. Fabiola es mexicana de nacimiento, actualmente se encuentra en la ciudad de México. Lleva ya diez años dentro de la congregación y cuatro años de votos. “Dios siempre ha sido misterioso pero a la vez amoroso y misericordioso”.
La predicación se centra en que hay que orar con fidelidad, día tras día y a la vez profundiza en los tres actos que deben hacerse cuando se reza: uno de fe, otro de esperanza y uno de amor.
* «Una vez en Medjugorje se me cayó una venda de los ojos. Era algo en mi interior que se revolvía. Y entonces tuve la necesidad de ir a confesar. No me había confesado desde que se había confirmado. Tuve la certeza de que era Dios quien me hablaba… Era cada vez más consciente de que tenía que cambiar de vida así como la necesidad de vivir en gracia. Había cambiado mi forma en la que veía las cosas. Y fue trabajando en un rodaje me advirtieron de que no podía hablar de Dios a los actores. Y entonces vi que tenía que tomar ciertas decisiones»
Vídeo del testimonio de Rich Mauro en el programa “Cambio de Agujas” de H.M. Televisión
Camino Católico.- Rich Mauro tenía una vida envidiable a los ojos del mundo, con un gran trabajo en Hollywood, preparando producciones propias y ganando bastante dinero. Pero la infelicidad que arrastraba desde niño, por la soledad con la que creció en una familia desestructurada y los excesos en la universidad, le impedían ser feliz. Y fue en Medjugorje, en un viaje que nunca pensó que haría, donde su vida empezó a dar un giro de 180 grados, y donde ahora sí que ha encontrado esa plenitud.
Caroline Molan explica su conversión en una entrevista en el programa Cambio de Agujas de H.M. Televisión,
* «Cuando Nora, mi segunda hija, tenía 5 meses, rezamos la novena del Perpetuo Socorro, muy famosa en Irlanda. Allí leí la experiencia cercana a la muerte de Gloria Polo y se lo conté a mi madre. Como sabía que me interesaba ese tema, me dio un libro con experiencias cercanas a la muerte, `Quiero ir al cielo cuando muera´. Aquel libro fue un punto de inflexión. Dio respuestas a todas mis preguntas. Fue como si estuviese abrazando a Jesús y le pidiese perdón. Al día siguiente me fui al confesionario. No tenía ni idea. Le dije al sacerdote que habían pasado 15 años desde mi última confesión, y le conté todos mis pecados. Era encantador, y aquel día, pude confesarme y recibir la Eucaristía»